En las últimas semanas, el Gobierno nacional ha radicalizado la lucha en contra de las mafias que se dedican al contrabando de mineral aurífero en el Arco Minero del Orinoco para comercializarlo en el exterior.
La voluntad política de la guerra contra las mafias se refleja con la operación “Manos de metal”, cuyo despliegue ha permitido la captura de 28 personas por los delitos de contrabando de material estratégico y legitimación de capitales.
De acuerdo con el jefe de la Oficina Nacional de Fiscalización e Inspección Minera (Onafim), Higinio Benítez, la lucha eficiente y conjunta entre los cuerpos de seguridad y el Motor Minero permitirá incrementar la llegada de material aurífero al Banco Central de Venezuela, lo que se traducirá en mayores beneficios sociales.
“Esto es un trabajo vinculado entre el Ministerio para Desarrollo Minero Ecológico, el BCV, la Fiscalía y la FANB. Estamos enfrentando a los contrabandistas del oro con mano dura, y los estamos capturando. Con esta acción podemos regularizar el precio del oro que estaba siendo distorsionado por manos de metal que se solapaban con manos de papel, y dañaban la economía nacional”, indicó.
Durante su participación en el programa En la bulla, transmitido por RNV Informativa, Benítez comentó que estas bandas de contrabandistas compraban el oro a los mineros del estado Bolívar y, luego, con apoyo del crimen organizado, sacaban el mineral de Venezuela.
“Aunque con gran esfuerzo y organización hemos enviamos 17,7 toneladas de oro al BCV todavía hay grupos que se dedican a actividades ilícitas y debemos atacarlos para recuperar nuestra soberanía minera. También estamos ejerciendo presencia en las áreas de extracción de coltán y diamante para controlar la producción, y ya hemos logramos la primera exportación oficial de coltán. Es un compromiso que tiene la población minera con la institución y la fuerza armada para eliminar los elementos negativos y trabajar por una minería pacífica”, detalló.
Actividad formal y ecoamigable
Según el jefe de la Oficina Nacional de Fiscalización e Inspección Minera (Onafim), Higinio Benítez, es una responsabilidad y compromiso del Estado venezolano neutralizar cualquier actividad que se ejecute fuera de las 23 áreas declaradas para la pequeña minería.
“Es necesario reiterar que cualquier proyecto minero que se vaya a ejecutar en las áreas decretadas debe contar con estudios de impacto ambiental y sociocultural. Era necesario frenar el caos y la devastación, y empezar un proceso de organización y control, por eso en las 23 áreas mineras del AMO se tomaron en consideración las cuencas, monumentos naturales y parques nacionales”, señaló.
En tal sentido, comentó que el trabajo del Motor Minero también está orientado a recuperar la afectación tan grande que ha dejado más de 150 años de minería descontrolada, anárquica e informal.
“Constantemente hacemos llamados a los mineros para que se formalicen y se registren, para que salgan de las áreas prohibidas. Supervisamos y damos sugerencias con técnicas innovadoras para lograr una mayor actividad sin afectar el ambiente. Estamos siendo muy rigurosos con el control de la entrada de maquinaria pesada que es la que devasta grandes extensiones de terreno en muy pocos días. El Ministerio ha impulsado unas alianzas que ponen normas claras para la producción, distribución y tributos; pero, sobre todo, para minimizar el impacto en el ecosistema”, manifestó.
Benítez declaró que la Oficina Nacional de Fiscalización e Inspección Minera (Onafim) tiene presencia en todas las regiones del país, con cinco Inspectorías Técnicas y cuenta con sedes en 10 estados.
“Específicamente en el estado Bolívar, por su gran actividad minera, la Onafim ha desplegado fiscales inspectores en varios municipios como Sifontes, El Callao, Piar y Roscio”, subrayó.
Prensa Minería/Karina Depablos