Pekín ha confirmado la puesta en marcha de aranceles del 25 % sobre bienes estadounidenses por un valor de 34.000 millones de dólares anuales, su anunciada respuesta simétrica a unas medidas similares decretadas anteriormente por Washington, que dieron comienzo a lo que el Gobierno chino calificó como «la mayor guerra comercial en la historia económica».
«Después de que EE.UU. elevara injustamente los aranceles contra China, inmediatamente pusimos en vigencia un aumento de los impuestos a la importación de algunos productos estadounidenses», indicó este viernes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, según cita Reuters.
Horas atrás, Pekín acusó a Washington de haber «violado las reglas de la Organización Mundial del Comercio» y, a pesar de comprometerse a no hacer «el primer disparo», afirmó que no se quedaría de brazos cruzados mientras el presidente estadounidense Donald Trump agudizaba sus amenazas de imponer aranceles.
En consecuencia, China anunció la introducción del mismo porcentaje arancelario por el mismo valor monetario a varias mercancías estadounidenses, entre ellas, soya, aeronaves y automóviles. Lu, no obstante, no ha precisado cuáles de esos bienes comenzarán a ser gravados a partir de este 6 de julio.
Ernesto Mattos, del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (Argentina), nota que Trump establece un nuevo paradigma que se aleja del libre comercio seguido por la anterior Administración estadounidense y por las demás potencias mundiales. Para el economista, «Trump podría estar siendo un emerger del neofascismo en este siglo XXI».
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