Wimbledon.- Diez meses después de dar a luz, la antigua N.1 del mundo Serena Williams se clasificó este jueves para su décima final de Wimbledon al pasar por encima de la alemana Julia Görges (13ª) en dos sets (6-2 y 6-4), y jugará por el título contra otra germana, Angelique Kerber (10ª).
La estadounidense de 36 años buscará el sábado su octavo título en Londres, que sería el 24º Grand Slam de su carrera, lo que le permitiría igualar el récord absoluto de la australiana Margaret Court.
«Es una locura… Ni siquiera sé cómo sentirme porque literalmente nunca pensé que lo haría tan bien en mi cuarto torneo», declaró Serena, que en septiembre dio a luz a su hija Olympia, para después someterse a una cirugía de emergencia que evitó la formación de coágulos sanguíneos. Estuvo en cama seis semanas y regresó a la competición en marzo.
«Tuve un parto realmente difícil. Ni siquiera podía caminar hasta mi correo, así que definitivamente no es normal para mí estar en la final de Wimbledon. Estoy disfrutando cada momento», añadió.
Serena y Kerber se encontraron por última vez precisamente en la final de Wimbledon de hace dos años, con triunfo para la primera por 7-5 y 6-3. Pero ese año la alemana le arrebató la primera plaza mundial al ganar el US Open. Su curso mágico lo había iniciado con un triunfo en la final de Australia, también ante la pequeña de las Williams.