Un sacerdote suizo fue obligado a renunciar a su puesto luego de gastar y perder más de un millón de dólares en apuestas.
Lo más grave es que el hombre convenció antes a unos 50 parroquianos para que le hicieran préstamos, con el pretexto de que el dinero iba a ser destinado a obras comunitarias en África. Por esa razón, fue acusado de abusar de su posición para conseguir los recursos, indica DW.
Los medios locales de Suiza informaron que el ludópata debía ya 1,4 millones de francos suizos, equivalentes a 1,1 millones de dólares. Y lo más llamativo es que la Diócesis conocía la adicción del sacerdote.
¿Culpas al Mundial?
Aunque en la Diócesis de Chur le ofrecieron al cura en reiteradas oportunidades ayuda para combatir su ludopatía, no informaron a los feligreses del problema. Ahora el hombre enfrenta la posibilidad de múltiples demandas por parte de las personas que timó.
El episodio que colmó la paciencia de las autoridades fue que el sacerdote, de quien no se ha develado el nombre, se negara a ir a terapia y, en cambio, decidiera viajar a Rusia para disfrutar de la Copa del Mundo.
Fue solo en medio de las festividades mundialistas que el hombre se arrepintió de sus “pecados” y pidió perdón a los afectados. Lo curioso es que algunos de los feligreses de su congregación aún le profesan simpatías y hasta han exigido que el hombre retome los hábitos. Los abogados aseguran que ahora que está de vuelta en Suiza, sí irá a rehabilitación.
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