(Caracas, 17 de julio. Noticias24) – Las palpitaciones y la taquicardia son síntomas relativamente frecuentes, y normalmente son signos de menor peligro físico que la disnea (la sensación leve de falta de aire es en ocasiones un acompañante de las palpitaciones menos peligrosas) junto con dolor.
Se manifiestan con una sensación de cambio de ritmo del corazón, normalmente de aparente aceleración, pero también de ralentización. Estos cambios de frecuencia en las palpitaciones cardíacas pueden ser regulares o irregulares.
Las palpitaciones pueden ocurrir normalmente como resultado de un aumento de la frecuencia cardiaca, asociado a actividad física o estrés emocional. Estas pueden ser tan intensas que provoquen incluso sensación de “ahogo” y que el “corazón se quiere salir”.
La intensidad del cambio puede ser resultado de muchos factores, tales como esfuerzo físico, excitación, ingesta de toxinas, estimulantes (tabaco, cafeína, alcohol, etc.) o ciertos medicamentos (ansiolíticos, inhaladores para el asma, descongestionantes, adrenalina, atropina, etc.), cambios hormonales y, también, estado anímico general. Naturalmente, hay afecciones físicas que pueden causar palpitaciones, entre ellas, menos regularmente, problemas valvulares y coronarios, enfermedad tiroidea, anemia y otros. La fiebre también puede ser un disparador, más de taquicardia que de palpitaciones. Igualmente, se ha incluido al síndrome premenstrual entre los culpables de las palpitaciones.
Muchos especialistas concuerdan en que los síntomas pueden surgir con mayor facilidad o tener más intensidad si el paciente es especialmente sensitivo o nervioso. Esto puede implicar condiciones médicas (de orden psíquico), pero más regularmente son producto de agotamiento nervioso, irritabilidad, falta de sueño, etc.
En la mayoría de los casos, las palpitaciones y los latidos irregulares del corazón no hacen daño. Sin embargo, algunas veces, la interrupción en el ritmo normal del corazón puede ser un aviso de un problema físico. Puede sufrir palpitaciones si tiene problemas relacionados con las válvulas del corazón. Algunas condiciones médicas tales como la enfermedad tiroidea y la anemia también pueden causar palpitaciones.
Informes médicos sugieren que la taquicardia y palpitaciones pueden indicar la presencia de neurosis cardíaca. Esta condición produce una suerte de natural retroalimentación psíquica. La circunstancia disparadora, cualquiera de las ya mencionadas (como esfuerzo físico, estimulantes, estado psíquico, etc.), o “nada” identificable, puede disparar una primera instancia de cambio de ritmo cardíaco. Al sentir el cambio, baja el umbral de percepción, es decir, se “siente más”, provocando ansiedad y la continuación del episodio. La sensación de aumento de palpitaciones crece en reposo, en ocasiones incluso después que la frecuencia se ha normalizado, acrecentando la impresión de sufrir “latidos más fuertes” o acelerados.
En todo caso, aunque no es lo más frecuente que las palpitaciones sean causadas por una alteracióndirecta al corazón o algún otro trastorno físico, siempre lo más recomendable es acudir al especialista para un diagnóstico apropiado, en especial si los síntomas son muy frecuentes.
La regulación de la frecuencia cardíaca es producto de una serie de mecanismos fisiológicos regulados por diversas sustancias, incluyendo las hormonas. La acción de estos neuroquímicos es regular, pero lenta. Los efectos de hormonas y otras sustancias concomitantes con el proceso cardíaco normalmente permanecen al finalizar el estímulo. En cambio, los efectos psicológicos son de corta duración e inmediatos, tanto para causar el evento como para detenerlo cuando desaparece el estímulo. Por ello, en el caso de las personas que sufren ciertos cambios hormonales (como el PMS), los episodios de palpitaciones pueden repetirse durante varios días.
Ciertos medicamentos, suplementos herbales y drogas ilícitas pueden acelerar el corazón. Los medicamentos que pueden causar palpitaciones incluyen los inhaladores para el asma y los descongestionantes. La cafeína (en el café, en el té, refrescos carbonatados, chocolate), el alcohol y el tabaco también pueden causar palpitaciones. La gente que tiene neurosis de ansiedad siente que el corazón le late fuertemente cuando sienten miedo o cuando sufren un ataque de pánico.
Las palpitaciones, normalmente, no tienen consecuencias más allá del breve malestar psicológico y, en ocasiones, incomodidad por la menos usual disnea (que puede ser disparada por leves ataques de pánico). Pero también pueden ser de tal frecuencia e intensidad que causen impedimento para mantener las actividades normales.
Como ya anotamos, las palpitaciones son regularmente causadas por trastornos emocionales o psíquicos y no implican necesariamente problemas cardíacos. Igual, la repetición de episodios debe llevar al paciente al médico. El especialista podrá descartar condiciones subyacentes y encontrar soluciones para aliviarnos.