El Gobierno exige una “respuesta más sensible” de WhatsApp, que limita la posibilidad de reenvío de mensajes ante la última víctima mortal del bulo difundido por red desde hace meses
Las autoridades indias están desbordadas ante el aluvión de linchamientos inesperados contra inocentes a causa de los bulos que circulan por WhatsApp. El último caso se conoció este domingo, cuando la policía del estado de Karnataka detuvo a 22 personas acusadas participar en el asesinato de Mohammad Azam, un ingeniero de 32 años que estaba de vacaciones con amigos en un pueblo de esa región al sur de India. “Apedrearon el coche y rompieron las ventanas con palos y piedras. […] Nos atacaron con cuchillos, hoces y palos”, ha contado Mohammad Salman a la BBC. Su amigo, Azam, murió a causa de las contusiones.
“Nos golpeaban e interrogaban acerca de cuántos niños habíamos raptado”, describe Salman, que viajaba el pasado viernes con el grupo por Handikera, un pueblo al sur de Karnataka, cuando ofrecieron chocolatinas a unos niños desde el vehículo. Tras estacionar a las afueras, fueron rodeados por lugareños furibundos. Mientras Salman se guareció en el coche de policía que había llegado para auxiliar, tres de sus amigos condujeron en dirección a la vecina localidad de Murki. Antes de llegar al pueblo, sus aldeanos ya habían recibido el bulo por WhatsApp. “Creo que había alrededor de mil personas”, ha relatado al medio británico Vijay Patil, dependiente de la aldea. Un vídeo de otro testigo muestra a la turba rodeando el coche volcado y a un policía pidiendo clemencia para los jóvenes. Varios agentes también fueron agredidos.
Este ataque no es un hecho aislado. Desde abril, medios locales calculan 20 muertes y medio centenar de ataques por motivos similares en diez estados a lo ancho y largo de India. El patrón se repite: grupos de forasteros asaltados por incontrolables muchedumbres locales que les acusan de secuestrar menores después de verles interactuar con ellos. En anteriores agresiones, el bulo difundido por WhatsApp se acompañaba de un vídeo sobre tráfico infantil que se logró desmentir. Las autoridades locales, incluidas las del último distrito afectado, organizan campañas para alertar de las noticias falsas pero carecen de medios para actuar.
A principios de mes, el ministro de Electrónica indio, Ravi Shankar Prasad, pidió ayuda a la red de mensajería. La compañía propiedad de la red social Facebookpuso en marcha medidas que permiten a los usuarios abandonar grupos y bloquear a otros con facilidad, además de una campaña de seguridad ciudadana a través de anuncios en medios. Ayer, sin embargo, el Ministro insistió en una “respuesta más sensible” de la compañía; que ha anunciado hoy que los mensajes no se podrán enviar a más de cinco contactos. WhatsApp también planea un programa para instruir a agentes del orden en el buen uso de la red, ante lo que define como “un reto que requiere el trabajo conjunto del Gobierno, la sociedad civil y las empresas tecnológicas”.
La comisión reguladora de comunicaciones india contabiliza más de mil millones de móviles con conexión. Con más de 200 millones de usuarios, WhatsApp es la red social más empleada en India. Dado que es un sistema de mensajería personal, los usuarios no creen necesario comprobar la información recibida de familiares y amigos. La situación se complicará cuando se sumen 300 millones de clientes en los próximos tres años. Muchos procederán de la India rural; donde, lejos de lo que se pueda pensar, no solo hay acceso a la red sino que la gente pasa una media de cuatro horas en Internet, duplicando la media urbana, según un estudio. Esta población, además, está formada por analfabetos; por lo que consumirán, principalmente, vídeos y música. “Gente de las zonas rurales están inundadas con información y no pueden diferenciar lo que es real de lo que no”, resume Pratik Sinha, fundador de la web de comprobación de datos Alt News.
Mientras continuaban los linchamientos por el mensaje de WhatsApp, la red de mensajería fue eficaz en el rastreo y detención de un sospechoso de violación en Madhya Pradesh, al norte del país. Los rumores circulan en India con más o menos frecuencia e impacto. Uno de ellos lleva años anunciando que la UNESCO ha elegido el himno de India como el más bonito y el idioma bengalí como el más dulce. Aunque inocua, la noticia falsa tuvo eco, dándole cierta credibilidad, en medios nacionales. Personalidades públicas también difundieron calumnias ante el estreno de una película a comienzos del presente año, cuya infundada controversia religiosa derivó en jornadas violentas en varios Estados del país. Ambos casos demuestran falta de criterio de algunos líderes de opinión nacionales. El mismo que se exige a los nuevos usuarios, analfabetos digitales de la India rural, para enfrentarse a mentiras incendiarias que se propagan como la pólvora.