Su novio yacía en el suelo. Tenía múltiples heridas de arma blanca. Y ella, su novia, se acercó a él.
Pero en lugar de ayudarle, o llamar a los servicios de emergencia, Fatima Khan sacó su celular y comenzó a grabarle.
Testigos que estaban tratando de ayudar al hombre herido, de nombre Khalid Safi, la desafiaron, preguntándole qué planeaba hacer: ¿publicar el video en redes sociales?
Eso es exactamente lo que Fatima hizo.
Khan publicó las imágenes de su novio moribundo en Snapchat, con la advertencia de que eso le sucedía a la gente que se metía con ella. En vez de la expresión «meterse conmigo», usó un insulto.
Del amor al odio
Fatima Khan, de 21 años y quien se autoproclamó «adicta a Snapchat», orquestó el asesinato de Khalid.
En el juicio sobre el caso, llevado a cabo en el tribunal de de Old Bailey (Londres) se demostró que ella planeó que Raza Khan, un hombre que la pretendía, matara a su novio.
Las imágenescaptadas en un circuito cerrado de televisión mostraron queella filmabala escena del ataque con tranquilidad, mientras hablaba por otro teléfono con su cómplice, que se estaba dando a la fuga.
Al igual que ocurre con todos los videos de Snapchat, las imágenes se eliminan automáticamente en 24 horas. Sin embargo, uno de sus seguidores filmó el mensaje y dos años más tarde resurgió como una de las evidencias clave del juicio.
El abogado defensor de Fatima explicó al jurado que ella vivía su vida a través de las redes sociales.
«Puede ser la reina de Snapchat de Ilford» (barrio de Londres) sostuvo el letrado Kerim Fuad.
«No digo eso para restarle importancia», indicó. «Ella es otro ejemplo más de jóvenes que parecen vivir su vida a través del prisma de Snapchat».
«Es producto de una obsesión impulsada por el teléfono móvil. No es saludable», manifestó ante la corte.
En el juicio, se presentaron pruebas de cómo Khalid, de 18 años, fue apuñalado hasta la muerte el 1 de diciembre de 2016.
Durante varios años, Khalid y Fatima habían mantenido una relación no muy estable. Sin embargo, Raza, de 19 años, también había tenido una relación previa con ella.
Ella chateaba con Raza todos los días en un chat grupal de Snapchat.
De hecho, Raza y Khalidhabían tenido una pelea en el pasado por Fatima, en la que Khalid fue apuñalado.
Posteriormente, Fatima se quejó a sus amigos de que Khalid era «demasiado pegajoso». En los días previos a su asesinato, el tribunal londinense escuchó pruebas de cómo las cosas «estaban llegando a un punto crítico».
Khalid le regaló a Fatima un reloj, pero cuando la visitó ella lo arrojó por una ventana porque estaba enfadada de que hubiera ido a visitarla.
Diario digital de un asesinato
Durante el juicio, se presentaron pruebas de que Fatima acordó con Raza, «de forma voluntaria y consciente», matar a Khalid.
Ella le dijo a Raza dónde encontrarlo y se aseguró de que Khalid estuviera en el lugar correcto cuando llegó en taxi al lugar donde falleció.
Un circuito cerrado de televisión mostró a Raza caminando hacia Fatima. Los testigos describieron que llevaba un cuchillo grande.
Durante el proceso, se sostuvo que Fatima no parecía sorprendida por su llegada repentina.
Después de una breve pelea, Raza apuñaló a la víctima en el corazón y salió corriendo. Aún se desconoce su paradero.
«Fatima Khan no llamó a los servicios de emergencia, no le pidió a nadie que lo hiciera y no intentó ayudar a Khalid Safi en absoluto», defendió en el juicio la fiscal Kate Bex.
«En cambio, regresó a la escena después de que Raza Khan infligió las heridas fatales y grabó en video a Khalid Safi mientras yacía en un charco de sangre, moribundo».
El día de la muerte de Khalid, las imágenes que Fatima publicó en Snapchat llegaron a convertirse en una especie de diario digital de un asesinato.
Ella le dijo a la policía que había discutido con su novio: de camino a la escena del crimen, había filmado parte de la disputa y lo había publicado en línea.
Fatima afirmó que estaba aterrorizada y publicó las imágenes como una manera de «pedir ayuda», según explicó la fiscal.
Pero no había nada que sugiriera tal temor, añadió la fiscal; y Fátima no hizo «ningún pedido de ayuda».
Fatima le dijo a la policía que no había podido llamar a los servicios de emergencia después del ataque porque no podía teclear con los dedos.
No obstante, fue capaz de publicar varios mensajes en Snapchat después del asesinato.
En uno se le veía tomando un Uber a casa después del asesinato. La publicación llevaba este subtítulo: «Larga vida a Uber».
Otro mostraba un video de la alfombra de su casa cuando llegó, y en éste se la podía escuchar hablando con sus papás.
«Si alguna vez había estado conmocionada o actuando de manera impulsiva, en ese momento ya no lo estaba», argumentó la fiscalía.
«Fría y grosera»
Fatima nunca informó sobre el incidente. Fue un pariente de la víctima quien contactó a la policía unos días más tarde y les dio su dirección.
En su defensa, ella dijo a la corte que había querido abandonar la escena antes de que sucediera algo. Pero la fiscalía argumentó que ese argumento contradice su actuación, pues la joven volvió a filmar a Khalid mientras yacía moribundo en la acera.
El abogado de Fatima dijo que ella fue «enormemente insensible -grosera, incluso- al tomar esa imagen de Khalid en el pavimento y publicarla con esas palabras».
«Si hubiera un cargo por ser insensible y grosero después de este impactante incidente, ella se declararía culpable de esa acusación».
En su lugar, no obstante, Fatima Khan fue acusada de ser coautora de asesinato, con la variante de homicidio involuntario o conspiración para causar lesiones graves.
Al final de su juicio de cuatro semanas, el jurado la absolvió de asesinato, pero la declaró culpable de homicidio involuntario por un veredicto mayoritario.