El 6 de agosto de 1824 Bolívar gana la Batalla de Junín. El encuentro fue feroz. No se oyó un solo disparo, ya que la batalla de Junín se libró enteramente a punta de sables, bayonetas y las lanzas de los llaneros venezolanos, que también brillaron en los Andes peruanos. Fue tan rápida y tan violenta la acción, que sólo participó la caballería.
Este combate militar librado durante la guerra de emancipación peruana frente al dominio español, tuvo lugar en las tierras altas cercanas a Lima. En el mes de febrero, las fuerzas realistas españolas mantenían bajo su ocupación la sierra central y sur; en junio, Simón Bolívar (principal figura en la lucha por la independencia del dominio español) se dirigió con sus fuerzas hacia el sur, con el fin de enfrentarse a los realistas, comandados por el general José de Canterac.
Ambos ejércitos se encontraron en las llanuras de Junín, al noroeste del valle de Jauja. La batalla duró una hora; fue un combate cuerpo a cuerpo. Murieron unos 250 realistas y 150 insurgentes. La victoria independentista puede atribuirse a la intervención de un batallón los Húsares del Perú, al mando de Andrés Rázuri, tras cuyo éxito su nombre cambió a Húsares de Junín, tal como se conoce hoy en día. A pesar de ser poco más que una escaramuza, la batalla levantó la moral del Ejército de Bolívar.
El general Sucre, que iba con la infantería, cuando llegó al campo de Junín escuchó los gritos de alegría por el triunfo.