José García
Hondo pesar causó en Upata la desaparición física del ciudadano, Francisco Rafael Calzadilla Quiaragua, quien para el momento contaba con 90 años de edad. Este ejemplar hombre dio los mejores años de su vida a impulsar en los hogares de la ciudad de Upata, los valores, el respeto, la dignidad, el amor al trabajo honrado y otras virtudes que pudo inculcar en el ser humano.
Conocido cariñosamente como “Cabito”, comenzó su primero pasos en el mundo del comercio desempeñándose como vendedor de mondongo, labor que realizaba a domicilio en toda la ciudad de Upata utilizando para ello su conocida bicicleta. Procreo 10 hijos, 23 nietos, seis biznietos y un tataranieto.
En sus días finales se había dedicado como siempre a conservar los valores ya en el mundo cristiano evangélico, donde igualmente y en muchas ocasiones fue galardonado por esa labor que Dios le dio que hiciera en la humanidad. “Quién no se comió un mondongo de manos de “Cabito”, comentó uno de sus vecinos.
Fue reconocido como un luchador social, recibiendo en varias ocasiones reconocimiento en varia ocasiones, cuestión de la cual no hizo nunca alarde, sino que se mantuvo de forma silenciosa pues su principal objetivo era dejar esa huella de buenos recuerdos y valores en la humanidad. “Mi padre fue un gran patrimonio histórico, cultural y creador de valores”, manifestaron sus hijos al momento de dar sus declaraciones a la prensa una vez que se conoció de su deceso.
