El expresidente Carlos Andrés Pérez, el 29 de agosto de 1975, nacionalizó el petróleo a través de una ley que reserva al Estado venezolano el derecho sobre las actividades petroleras. Con esta ley el Gobierno nacional pretendía tener más control de la industria y comercio de los hidrocarburos, así como marcar un margen de ganancias a las empresas internacionales que explotaban el oro negro en tierras venezolanas.