El período previo a la elección presidencial en Brasil estaba sumido en el caos este viernes, luego de que en la víspera un ataque con arma blanca contra el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro lo dejó internado en cuidados intensivos, cuando queda sólo un mes antes para los comicios.
Bolsonaro, que por años irritó a muchos con declaraciones incendiarias pero que cuenta con una base amplia de apoyo entre los conservadores, podría necesitar dos meses para recuperarse bien y estará hospitalizado al menos una semana, dijeron médicos, tras ser apuñalado en el abdomen en un acto de campaña.
El doctor Luiz Henrique Borsato, que operó al candidato, declaró que “sus heridas internas eran graves y ponían en riesgo la vida del paciente”, agregando que ahora había que impedir infecciones derivadas de la perforación en los intestinos”.
“(El dolor) era insoportable y parecía como que quizás estaba pasando algo peor”, relató Bolsonaro con voz rasposa el viernes, grabado en video desde su cama en el hospital. “Me estaba preparando para este tipo de cosas. Se corren riesgos”.
Su hijo Eduardo, quien también es congresista, dijo que su padre había perdido dos litros de sangre en el incidente.
La Policía Federal informó en un comunicado que sus agentes estaban escoltando a Bolsonaro al momento del ataque y que el “agresor” fue detenido en el acto. Las autoridades agregaron que las circunstancias se estaban investigando.
Policías locales en Juiz de Fora, donde ocurrió el incidente, dijeron a Reuters que el sospechoso, Adelio Bispo de Oliveira, de 40 años, estaba bajo custodia y que parecía estar con sus facultades mentales perturbadas.
El ataque es un giro dramático en la elección más impredecible de Brasil desde el retorno a la democracia, hace tres décadas. Investigaciones han puesto tras las rejas a decenas de poderosos hombres de negocios y políticos por cargos de corrupción, y desencantado a los votantes.
Se temían incidentes de violencia el viernes, cuando Brasil celebra su Día de la Independencia y grupos políticos tienen programadas marchas en cientos de ciudades. Los candidatos rivales de Bolsonaro cancelaron sus actividades de campaña para el viernes.
IMPACTO EN ELECCIÓN
Bajo la legislación brasileña, la pequeña coalición de Bolsonaro casi no tiene tiempo de campaña en los bloques en televisión y radio regulados por el gobierno, por lo que depende de redes sociales y mítines en todo el país para captar apoyo. Si no puede salir a la calle su campaña podría peligrar.
Pero Flavio Bolsonaro, hijo del candidato, dijo que su padre estaba consciente y que el ataque era un impulso para su causa. “Solo quiero enviar un mensaje a los matones (…): simplemente lo eligieron presidente. Él ganará en la primera vuelta”.
El exmilitar se postula como el candidato que defiende la ley y el orden y se posicionó como un opositor de la política tradicional aunque ha pasado casi tres décadas en el Congreso.
Bolsonaro defiende adoptar una postura radical sobre la seguridad pública. El político ha dicho que alentaría a la policía a matar a presuntos pandilleros de la droga y otros delincuentes armados y ha elogiado abiertamente la dictadura militar de Brasil.
Reuters