FC Barcelona Su emoticono furioso tras Wembley, primer lunar en el vestuario azulgrana
Redacción MARCA
Poco más de un mes ha tardado Arturo Vidal en poner de manifiesto su descontento con los minutos que le está dando Ernesto Valverde. Su mensaje en Instagram, el emoticono furioso sólo media hora después de la mejor victoria del Barça en la temporada, tan necesaria tras tres malos resultados seguidos, supone una salida de tono que Valverde tendrá que gestionar en los próximos días. Con el riesgo de que vaya a más.
El chileño, de sangre caliente, siempre ha sido indiscutible allí donde ha estado, sobre todo en sus mejores años en la Juventus y en el Bayern. Ahora, su rol en el Barça es completamente diferente. Un habitual del banquillo que ha jugado los últimos minutos en demasiados partidos para lo que Arturo está acostumbrado. Hasta en cuatro partidos ha entrado al campo más allá del minuto 85: Sevilla en la Supercopa, Alavés, PSV y Tottenham.
Una situación difícil de digerir para quien nunca la ha vivido y ha pasado la treintena. Si al cocktail se le añade el fuerte carácter del chileno, la combinación resultante es la de un problema para Valverde. No sólo tener a un jugador de su peso descontento, sino que además ahora ese enfado es público por decisión de Vidal, al que le pesó más su contribución en la noche de Wembley que la victoria, tan importante para el equipo.
