Expertos aseguran que la agenda no sería fácil. “Maduro sabe que EEUU va a pedir elecciones y suprimir la ANC”, dice Oscar Arnal. El internacionalista Julio Rivas sostiene que hay “una agresión política diplomática” contra el país.
Nuevas sanciones, una denuncia por crímenes de lesa humanidad, amenazas de intervención armada. El cerco internacional sobre el gobierno de Nicolás Maduro se estrecha, pero ¿acelerará un desenlace de la crisis venezolana?
El discurso del presidente Nicolás Maduro ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) no apagó las tensiones entre Venezuela y los Estados Unidos, expertos estiman que las sanciones contra el gobierno podrían profundizarse en los próximos meses si el diálogo entre ambas naciones no se concreta en función de atender la crisis económica, social y política.
Las decisiones más recientes contra el gabinete de Maduro fueron antes de la reunión de la ONU. La administración del presidente Donald Trump aprobó en una nueva tanda sanciones contra el círculo más cercano del Jefe de Estado, están la primera dama Cilia Flores, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y los ministros de Comunicación, Jorge Rodríguez, y Defensa, Vladimir Padrino López.
Tras bastidores, ahora mismo, habría una agenda de lobby para que ambos gobiernos puedan negociar y dialogar, pero esto iría a paso lento, según fuentes a PANORAMA, porque ni estando el propio presidente Maduro, en Nueva York, se pudo definir una bilateral con su homólogo Trump para atender las sanciones, aun cuando ambos afirmaron estar dispuestos.
Sin embargo, hay acercamientos entre voceros de los países. Recientemente, el gobernador de Carabobo por el Psuv, Rafael La Cava y el encargado de negocios de los Estados Unidos en Venezuela, James Story se reunieron “para la reflexión sobre el futuro de las relaciones entre Venezuela y los Estados Unidos”, escribió el mandatario regional en su cuenta de Twitter.
“Estados Unidos y países de América Latina y la Unión Europea están coordinando e intensificando su presión”, señaló a la AFP Peter Hakim, de Diálogo Interamericano.
“Es poco probable que la presión cambie la dinámica política y económica”, a menos que se restrinjan las exportaciones petroleras, consideró Hakim.
Pero Washington y otros países temen el «efecto desastroso que esto podría tener en la población y las consecuencias para los mercados petroleros», añadió.
El crudo aporta 96% de los ingresos de Venezuela (una tercera parte proviene de Estados Unidos). La caída de la producción, de 3,2 a 1,4 millones de ba rriles diarios en una década agravó la crisis.
Expertos en la materia señalan que la maniobra de EE UU apunta a un incremento de la presión. El internacionalista y periodista, Julio Rivas considera que hay de parte de Washington “una agresión política diplomática”. “Las sanciones contra Venezuela apuntan a acabar con el proyecto de gobierno de Maduro, toda la visión, son sanciones combinadas entre lo político y lo económico, son ilegales, demuestran el carácter arbitrario de EE UU, quieren a un Gobierno venezolano dócil”.
Sobre una ronda de diálogo, Rivas recalca que Maduro ha abierto esa posibilidad, “se ha puesto a disposición, pero parece que Estados Unidos no tiene interés, juegan al desgaste, y factores opositores en Venezuela se prestan al bloqueo internacional, al cerco, esto obliga a gobierno de Maduro a redireccionar sus estrategias de negocio sino se llega a diálogo, entonces debe mantener como aliados a Rusia y China, porque podemos esperar más sanciones y eso afecta es la población”, opinó.
A juicio del analista político, Oscar Arnal sería fundamental que Trump y Maduro debatieran y aunque no será una agenda sencilla, “los dos deben dialogar en función de algunas condiciones”. “El gobierno sabe que Trump va a abogar por nuevas elecciones presidenciales, liberación de presos políticos, inhabilitaciones, y planteará suprimir la ANC, si este compás de negociación no se abre las presiones no cesarán”.
“Maduro tiene graves dificultades económicas, un país se cae a pedazos, aquí sigue el éxodo, y EE UU lo seguirá apretando porque además es su área de interés natural, si no quieren más sanciones deben hablar, y ese diálogo pasa porque el gobierno haga elecciones nuevamente”, acotó.
Al respecto, Roy Daza, miembro de la comisión de Asuntos Internacionales del Psuv refirió que Venezuela sostiene “una actitud respetuosa y afín a lo que es el derecho internacional”. Dijo que los países “que hoy están actuando en contra de Venezuela están violando el derecho internacional y todas las disposiciones de las Naciones Unidas (…) la decisión del presidente Maduro es de establecer un diálogo político y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas”.
En medio de esta coyuntura, la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet ha mostrado su interés de que un equipo de investigadores entre a Venezuela para constatar la situación. Y aunque no hay fecha ni agenda concreta, Maduro ha respondido “que es bienvenida”, lo mismo la Asamblea Nacional (AN) de mayoría opositora.
Las sanciones contra Venezuela comenzaron en agosto de 2017 contra altos funcionarios, luego en la administración Trump se prohibió a las instituciones financieras de EE UU realizar nuevos acuerdos financieros con el gobierno venezolano o la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
También se congeló los activos bajo jurisdicción estadounidense impidiendo que ciudadanos o entidades estadounidenses realicen transacciones con el mandatario venezolano, lo que no se ha frenado es la compra de petróleo de Estados Unidos a Venezuela y las acciones más recientes tocaron a aliados importantes del presidente Maduro.
Mientras tanto Venezuela sigue padeciendo la más dura crisis en su historia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que la inflación de este año superará el 1.000.000 por ciento; además el endeudamiento del país se ubica por encima de 150 mil millones de dólares, según el Banco de Inversión Torino Capital diario panorama.