El Departamento del Tesoro de EE.UU. advirtió este miércoles 24 de octubre que Venezuela recurre de manera creciente al comercio de oro «sin control medioambiental ni de contabilidad» para financiar las supuestas redes de corrupción que sostienen el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Tras saquear totalmente PDVSA (la empresa petrolera pública), donde no queda nada más por robar, hemos visto un cambio en la atención del régimen de Maduro hacia el oro, es el nuevo recurso que están buscando», afirmó el secretario asistente del Tesoro estadounidense, Marshall Billingslea, en una conferencia en el centro de estudios Brookings de Washington.
Billingslea denunció el expolio de las minas de oro en el sur de Venezuela y aseguró que «se está aproximando a una situación similar a la de los diamantes ensangrentados» en África: «Deberíamos expresar más indignación por el daño que se está causando al medioambiente y las poblaciones indígenas», dijo.
El funcionario estadounidense, que dirige la Oficina de Financiación Terrorista y Crímenes Financieros del Tesoro, apuntó que en los últimos meses se calcula que habrían salido de Venezuela «21 toneladas métricas de oro», que han ido «principalmente a Turquía».
A precios actuales del mercado esa cantidad equivaldría a 840 millones de dólares.
El oro «se está sacando del país sin que haya contabilidad alguna para saber adónde van a parar los fondos», indicó Billingslea.
«No se trata de minería convencional, esto es destruir los bosques creando enormes cantidades de agua estancada que va contaminada con mercurio y otros químicos. Será un catástrofe medioambiental durante décadas, con brotes de malaria, dengue; y estas enfermedades se van a mover por la región con los millones de refugiados», agregó.
Hace una semana, en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Indonesia, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, censuró en un comunicado «la venta secreta de recursos del pueblo venezolano para llenar los cofres de los facilitadores financieros de Maduro».
EE.UU. ha elevado la presión sobre Caracas con sucesivas sanciones económicas a altos cargos del Gobierno de Maduro, incluida la primera dama Cilia Flores y a varios ministros, a los que se acusa de represión y abusos de derechos humanos.
Venezuela vive un profunda y prolongada crisis económica, con una hiperinflación superior al 1.000.000 % anual y escasez de alimentos y medicinas, que ha forzado la salida de 2,5 millones de personas del país hacia EE.UU.