PDVSA debía transferir unos 950 millones de dólares a las cuentas de los inversionistas el lunes y al menos cuatro fuentes del sector financiero local aseguraron que algunos agentes custodios ya tenían el dinero para iniciar los pagos.
Otros tres tenedores de bonos locales consultados, no obstante, aún no veían el dinero abonado.
“Sí, están pagando, pero al ritmo de PDVSA”, dijo un inversionista.
PDVSA y el gobierno de Venezuela acumulan una deuda pendiente de casi 8.000 millones de dólares con los tenedores de la mayoría de sus bonos por intereses que han demorado en cancelar en el último año. Ambos culpan de los retrasos a las sanciones financieras que impuso el gobierno de Estados Unidos.
Pero en el caso del bono al 2020, PDVSA sí ha conseguido concretar las gestiones para cubrir los pagos de intereses y capital este año, según indican fuentes consultadas en la compañía y el sector financiero.
Hace dos semanas, dos fuentes de la petrolera aseguraron que el presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, había autorizado los trámites para cumplir con el pago previsto para esta semana, aún bajo las dificultades que atraviesa la firma, que ha visto caer su producción de petróleo a mínimos de hace 60 años.
Si PDVSA incumple con este pago pone en riesgo a su refinería en Estados Unidos, ya que la mitad de las acciones de Citgo, su filial en ese país, están como garantía para la emisión del título al 2020.
Otro acreedor del gobierno de Venezuela, la minera Crystallex, también ha puesto a Citgo en jaque al emprender un proceso judicial este año por una indemnización que se le adeuda en Caracas tras el embargo de activos. El litigio aún está en curso.
PDVSA, en tanto, cumplió este mes con la primera cuota del acuerdo que alcanzó con la petrolera Conoco Phillips para saldar una deuda pendiente. La compañía estadounidense recibió unos 354 millones de dólares en efectivo y materias primas después de presionar en los últimos meses a la venezolana confiscándole activos en el Caribe para exigir los pagos pendientes.
