La orden tiene como objetivo impedir que ciudadanos estadounidenses se involucren con quienes hacen “transacciones fraudulentas y corruptas” con oro venezolano, explicó John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump.
El texto del decreto explica que la medida se justifica “a la luz de las acciones por parte del régimen de Maduro y personas asociadas para expoliar la riqueza de Venezuela para sus propios propósitos corruptos, degradar la infraestructura de Venezuela y su medio ambiente natural a través de mala gestión económica y prácticas industriales y mineras confiscatorias“.
La orden ejecutiva indica que con esto, el gobierno venezolano cataliza “una crisis regional de migración” y desatiende “las necesidades básicas de la gente de Venezuela”.
En consecuencia, la orden bloquea “toda propiedad e intereses en propiedad de cualquier persona que determine la Secretaría del Tesoro, en consultas con el Secretario de Estado”, explicó.
Quien opere “en el sector del oro de la economía venezolana o cualquier otro sector de la economía” nacional, se verá afectado. Y de igual manera, quien sea “responsable o cómplice, o que esté involucrado directa o indirectamente, en cualquier transacción o serie de transacciones que impliquen prácticas engañosas o corrupción, y con el Gobierno de Venezuela o en proyectos o programas administrados por el Gobierno de Venezuela”.
También censura a cualquier persona que haya “asistido materialmente, patrocinado o proporcionado apoyo financiero, material o tecnológico” para respaldar cualquier actividad o transacción en el sector del oro de Venezuela.