En opinión del consultor gerencial en negocios, Benjamin Tripier, quien acumula más de cuarenta años en Venezuela, una eventual «reconstrucción» del país exige la recuperación de dos sectores: el eléctrico y la reputación.
Durante entrevista en Vladimir a la 1 por Globovisión, el economista y consultor en estrategias y negocios, consideró que los recientes anuncios del plan de recuperación económica «fueron en realidad anuncios políticos».
Con respecto a sus objetivos, dijo, que «es muy difícil cumplirlos, porque hoy tú quieres comprar algo y hasta Credicard está colapsado» y estimó que en Venezuela «estamos fantaseando sobre un país que está colapsado en su plataforma».
Advirtió el analista que «estamos llegando a una desinstitucionalización del país», y usó como argumento que en el «punto más chiquito» de la cadena, como el respeto de un semáforo, hay incumplimiento de normas.
En tal sentido, sostuvo que «estamos llegando al punto de la reconstrucción y la parte reputacional comunicacional sobre la cual construir nuestra convivencia».
Tras señalar que el «Gobierno nacional sigue apostando porque las medidas le duren tres meses, pero le duran algunos días», dijo que «no se ha adaptado a que los tiempos ahora son más rápidos»; y en su liderazgo y en la oposición «no han notado que los tiempos van cambiando».
El consultor señaló además que «una estrategia no es viable si en torno a ella no la acompañan los vecinos, porque pueden boicotear. No puede ser que los bancos digan: yo no te presto y que los clientes no te quieran comprar lo tuyo».
Considerando el país como una gran empresa por administrar, dijo igualmente que con el «Plan de la Patria, el apoyo actual no es el que hubo en 2007 con el plan Simón Bolívar», cuando «había mayor permeabilidad en la sociedad, a pesar de la polarización». El tiempo nos mostró «que no era viable».
Solución implica pacto con empresarios
El problema -estimóTripier- no es la falta de una estructura sino que «aunque está, no es operativa». Por ello, dijo que «el plan estratégico de Venezuela tendrá que ser revisado porque la comunidad no le cree mucho».
En cuanto a posibles soluciones, indicó que «hay que decirle al pueblo lo que está pasando. Es necesario la confianza: que te la ganes de cualquier forma». Estimó necesario un «pacto social», el cual implica «un acuerdo donde la parte empresarial tiene un rol muy importante».
Ejemplarizó que cuando alguien «va a pagar la factura de la luz le tiene que pagar a la distribuidora; es decir, la empresa que le paga a la transportista la transmisión y ésa al generador. Si nadie les paga a todos ellos, nada funciona. Y siguiendo este ejemplo: lo que estamos pagando de electricidad es muy bajo, así que cómo se financia».
¿País dolarizado?
Consultado con respecto al pago de servicios en dólares, el también economista opinó que «en Venezuela no es que (el país) esté dolarizado, sino que la gente necesita algún tipo de anclaje para que el dinero no se le esfume».
Consideró igualmente que debido a las circunstancias, los venezolanos «nos estamos reinstitucionalizando por la vía de los hechos».
Al asegurar que el empresariado venezolano goza de una credibilidad y respaldo de 90% en el país, dijo que «él lo que quiere es poder comprar divisas cuando quiera y donde quiera, no depender del Estado, para poder comprar lo que necesita».
«Es uno de los actores sociales que ha ido madurando positivamente y podemos confiar en él. Ya no es la clase parasitaria, como la llama el chavismo», dijo. «Si hubiera una alianza, sería un actor fundamental, de construcciones por partes y por segmentos», agregó.
Recordó que años atrás participó como consultor de la actual Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y dijo que ahora «Corpoelec no funciona. Es como un gran elefante al que se le pone una espina en una pata y se detiene. Está haciendo aguas por todas partes. Hay algo sistemático: todos los días hay un transformador o una turbina que se está apagando».
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