El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a diferencia del gobierno saliente, se compromete con reuniones diarias con el gabinete de seguridad para encarar los problemas más complejos del país; la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado, también ha acordado mantener la protección a periodistas y luchadores sociales.
«De lunes a viernes, a las seis de la mañana como lo hicimos hoy, nos vamos a reunir los integrantes del gabinete de seguridad pública porque este es el tema que más preocupa a los mexicanos», dijo López Obrador durante la conferencia madrugadora, similar a las que sostenía cuando era alcalde de Ciudad de México (2000-2005).
Señaló que su gabinete va a estar pendiente de la información sobre el periodista asesinado, el primero durante su gestión, y añadió que viajará el viernes a Tepic, capital de Nayarit.
El domingo fue identificado el cuerpo del periodista Jesús Alejandro Márquez Jiménez, que había sido hallado en un cañaveral en el municipio de Xalisco, Nayarit.
López Obrador ya había adelantado el sábado, durante su investidura, que mantendrá al ejército en tareas de seguridad y que creará una guardia nacional que será coordinada por los militares, lo que le trajo críticas de defensores de derechos humanos, quienes afirman que la participación de las fuerzas armadas está ligada con la violencia.
El nuevo mandatario prometió «un Gobierno para darle seguridad y protección a los mexicanos para que se mantenga la esperanza», declaró.
López Obrador agregó que además firmará un acuerdo «para iniciar el proceso de búsqueda y de justicia en el caso de los jóvenes de Ayotzinapa».
Su gobierno instalará una comisión de la verdad para atender el tema de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, un caso de 2014 que todavía no ha sido resuelto y que generó indignación en México durante el gobierno de Peña Nieto.
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