El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, pidió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga nuevas medidas para frenar el programa de misiles balísticos de Irán y su suministro de armas a otros países.
Según Pompeo, Estados Unidos va a trabajar con el resto de miembros del Consejo para “volver a imponer las restricciones sobre misiles balísticos” que pesaban sobre Teherán antes del acuerdo nuclear de 2015.
Además, urgió a establecer mecanismos de inspección en puertos y en alta mar para frenar los “continuados esfuerzos de Irán para esquivar” las sanciones en materia de armas, denunciando, entre otras cuestiones, su supuesto suministro de misiles a los rebeldes hutíes de Yemen.
En ese sentido, demandó también al Consejo de Seguridad que no levante el embargo de armas que pesa sobre Irán cuando expire en 2020, insistiendo en que el país está desafiando abiertamente las resoluciones de este órgano.
“Irán ha explotado la buena fe de las naciones”, insistió Pompeo, que defendió la decisión del Gobierno de Donald Trump de salir del acuerdo nuclear sellado por las potencias internacionales con el país persa.
El jefe de la diplomacia estadounidense puso sobre la mesa las últimas pruebas con misiles balísticos llevadas a cabo por Irán y declaraciones de sus líderes sobre ese programa para advertir a la comunidad internacional del riesgo que plantea Teherán.
Según Pompeo, Irán tiene hoy el mayor arsenal de misiles balísticos de Oriente Medio y sus proyectiles tienen capacidad para alcanzar capitales europeas.
“EE.UU. nunca aceptará esto”, insistió, llamando al Consejo de Seguridad a frenar “ahora” al régimen iraní para garantizar la seguridad internacional y evitar una escalada de la tensión en la región.
Pompeo insistió que el acuerdo nuclear, que Irán y el resto de firmantes siguen apoyando con la excepción de EE.UU., no puede servir para “proteger” a Teherán de una respuesta internacional a su “comportamiento maligno”.
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