Al menos 22 jóvenes fallecieron en Sudáfrica en las últimas dos semanas durante los ritos de circuncisión tradicionales que marcan el paso a la edad adulta, confirmaron hoy a Efe fuentes oficiales, que precisaron que la Policía y la Fiscalía investigan esas muertes.
La provincia del Cabo Oriental (sureste) es la más afectada con 18 muertes, según indicaron a Efe fuentes del Gobierno local, que reconocen “preocupación” por esa cifra tan alta, aunque los decesos son habituales todos los años.
“La causa de los fallecimientos es la deshidratación.La Policía está investigando”, señaló a Efe Mamkeli Ngam, portavoz del Departamento de Asuntos Tradicionales de esa provincia.
A estas bajas habría que sumar otras dos víctimas mortales en la provincia Noroeste y dos más en el Cabo Occidental (suroeste), según señalan medios locales como el portal Eyewitness News.
Esta clase de ritos de iniciación son una práctica tradicional de numerosas comunidades africanas que marca, para los varones, el paso de la niñez a la edad adulta.
Difieren de unas zonas a otras, pero normalmente incluyen la circuncisión de los adolescentes participantes, que luego deben sobrevivir a la intemperie con otros iniciados y con sus mentores sin la atención médica apropiada, y sin apenas comida y ropa.
En Sudáfrica, los jóvenes llegan a pasar un mes al aire libre y la temporada de iniciaciones es bianual:hay una opción en invierno y otra en verano que ahora se encuentra dolo en su ecuador.
Las ceremonias se practican en las llamadas “escuelas de iniciación”, muchas de ellas reconocidas legalmente, por las que pasan decenas de miles de jóvenes cada año.
Aunque las autoridades sudafricanas piden a las familias que los jóvenes no tomen parte en estas prácticas mientras aún son menores de edad, se trata de un asunto de gran “sensibilidad” social que queda, en última instancia, en manos de los líderes tradicionales y de los padres y parientes, según Ngam.
“Se supone que, para los que quieran participar, la edad es 18 años, pero, desafortunadamente, hay menores de 18 años que lo hacen. Nosotros lo desaconsejamos porque es muy difícil para ellos resistir la clase de desafíos que se van a encontrar”, explicó el portavoz provincial.
“Las familias tienen que asumir un papel de liderazgo para asegurar que el paso a la madurez de estos jóvenes sea seguro”, agregó Ngam.
Decenas de adolescentes mueren cada año en Sudáfrica en estos ritos y las autoridades culpan a cirujanos tradicionales negligentes y a la existencia de escuelas de iniciación no homologadas.
Pese a que esas ceremonias son consideradas por muchos parte esencial de la cultura africana, organizaciones de protección de la infancia denuncian el trato “inhumano” que a menudo soportan los adolescentes para ser respetados como adultos en su comunidad.
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