La ida del Clásico se disputará el miércoles 6 (21:00h.); la otra semifinales, el jueves 7 (21:00); los de vuelta, el 27 de febrero. La final, el 25-5 en el Benito Villamarín.
La Copa del Rey dictaminó cuáles serán sus semifinales y lo hizo con un sorteo lleno de expectación en el Benito Villamarín, el estadio que albergará la final de la competición el próximo 25 de mayo. El Betis se medirá al Valencia (la ida será el jueves 7 a las 21:00h.) y el Barcelona al Real Madrid (miércoles 6, también a las 21:00h.) en dos eliminatorias que arrancarán la próxima semana con los duelos en el Benito Villamarín y el Camp Nou.
Sonrisas calmadas entre los diferentes representantes de los cuatro equipos, supervivientes de una Copa que arrancó con 83 invitados y que llega a su tramo final bajo ilusiones en alza: la del Betis se apoya en el sueño de jugar la final en su propio estadio; el Valencia se agarra a la resurrección de su proyecto, el Barcelona a la defensa de su título y el Real Madrid al desafío de ser siempre un candidato a todo.
El primero en manifestar su parecer antes de que mandaran las bolas fue Ángel Haro, presidente del Betis: «Es el cuarto recinto futbolístico de España. Exportaremos a los continentes la magia del Betis y de la ciudad. Ya se vio con el España-Inglaterra que estamos preparados para organizar este tipo de eventos. Es un honor acoger aquí a su Majestad el Rey».
También incidió en la ilusión que hay depositada en esta competición la vicepresidenta de la RFEF, Ana Muñoz: «El Villamarín se lo ha ganado. No fue por casualidad sino fruto del trabajo que desde hace tantos años se hace en esta ciudad. Es un lujo, una ilusión y magia».
No quiso ser menos Juan Espadas, alcalde de Sevilla: “Esto es muy importante para la ciudad. Jugar aquí es un reconocimiento a lo que está haciendo el club verdiblanco”.
Había muchas sonrisas en el Villamarín, pero quizás las más amplias las esbozaron unos protagonistas que forman parte de la historia del Betis: José Ramón Esnaola y Julio Cardeñosa fueron los encargados de extraer las bolas correspondientes al primer emparejamiento. Esnaola sacó la bola del Betis ante los numerosos murmullos presentes en las gradas heliopolitanas y Cardeñosa lo emparejó al Valencia. «Vamos a sufrir mucho, pero queremos jugar la final», incidió Rafael Gordillo, presidente de relaciones institucionales del Betis, al tiempo que Voro, que representó al Valencia, asumió el reto: «Hay una ilusión grandísima por competir por la final».
La sonrisa generalizada entre las expediciones de Betis y Valencia dio paso al ya sabido segundo enfrentamiento: Juan José Cañas y Dani, ex jugadores del Betis que también forman parte de la historia copera del club, dictaminaron que la ida del clásico entre Real Madrid y Barcelona arranque en el Camp Nou. Los destinos de los dos principales favoritos se cruzarán antes de la final.
Guillermo Amor, director de relaciones institucionales del Barcelona, fue claro: «Hay un buen rival enfrente, lo importante es estar en el sorteo. Miraremos hacia delante. Me daba igual que fuera clásico en la final o en semifinal. Son tres finales lo que nos quedan. El Real Madrid ha crecido y es un equipo ganador. Puede darnos un susto». Emilio Butragueño, en representación Del Real Madrid, aludió al duelo: «Confiamos en nuestros jugadores y veremos lo que sucede».
La Copa despierta sonrisas en Betis, Valencia, Barcelona y Real Madrid. El Villamarín supone todo un desafío que ninguno de los contendientes quiere perderse.
