¿Cómo enfrentan la situación socioeconómica de nuestro país? Aquellos jóvenes que decidieron, por motivos generalmente familiares, quedarse en Venezuela. En porcentaje, es menor el número de jóvenes que están aún en el país sin perspectivas de salir, y es que otra razón de peso es no contar con los recursos económicos para costear una vida afuera mientras consiguen oportunidad de trabajo.
Estadísticas no oficiales señalan que el 80% de los venezolanos inmigrantes están en las edades comprendidas entre los 18 y 30 años, cuando se les ha consultado la posibilidad de regresarse a Venezuela, la mayor parte de ese porcentaje responde que sí, incluso por el sencillo hecho de la añoranza: volver para retomar lo que se hacía y desde allí reconstruirnos.
“El hecho de haber vivido en otro país y tener perspectivas de cómo se mueve otra sociedad te permite evaluar los pro y los contras de la nuestra, por ejemplo veo que en Venezuela no respetamos nada, ni las señales de tránsito, ni a los peatones, tampoco respetamos los impuestos y pagos, intentamos evadir y eso no puedes hacerlo en otros países porque la ley te alcanza” asevera José Rivero (30 años), que vivió dos años en Colombia.
“Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de volver siempre, debemos traer esas costumbres ciudadanas a nuestro país” asegura y también sostiene que son los jóvenes inmigrantes venezolanos quienes construirán la mejor sociedad cuando retornen a su país. “Es aquí donde más posibilidades hay, y aunque ahora nos parezca que todo se hace cuesta arriba, sigue habiendo oportunidad de trabajar”.
Albaluz Gómez (23 años) es fotógrafa, pero también comerciante, “se me va el día en trabajar, no hay mucho tiempo para invertirlo en hacer vida social” sucede que a esta generación de jóvenes le ha correspondido trabajar en lugar de continuar una formación académica, en la búsqueda de aumentar los necesarios ingresos. La dinámica laboral generalmente arropa las horas de esparcimiento, además argumenta Fabiana Cedeño quien trabaja en un café en Ciudad Bolívar “creo que los jóvenes hemos cambiado nuestra manera de disfrutar en grupo, ahora asistimos a los cafés, es más barato que las rutinas nocturnas, y menos peligroso”.
Muchos jóvenes coinciden que para asumir y afrontar el momento histórico que les corresponde “lo más importante es la actitud, porque no podemos dejarnos caer, hay que seguir viviendo pese a las circunstancias, creyendo siempre que lo mejor también vendrá”, concluyó Cedeño.
Sin duda, lo único permanente e ineludible en la vida, es el cambio, las épocas no escapan a esta realidad y con ellas las oportunidades, las tendencias, las expectativas, respondiendo generalmente a realidades políticas, sociales, económicas. Somos parte de ese “todo” en constante movimiento, aprendizaje y crecimiento; tener esta premisa clara nos permite entender que cada generación tiene un proceso vivencial distinto, ni mejor ni peor, que necesariamente conduce a las sociedades a reordenarse, replantearse y finalmente, desarrollarse. @marilynluis1
