El Gobierno de Etiopía aseguró haber abortado una intentona golpista en la región de Amhara que buscaba desestabilizar el país, en la que murieron, entre otros, el jefe del Estado Mayor del Ejército y el presidente de esa región.
La oficina del primer ministro, el reformista Abiy Ahmed, informó en un comunicado que la situación en la región de Amhara (norte) se encuentra actualmente bajo total control del Gobierno federal en colaboración con el gobierno regional.
“Muchos de los individuos involucrados en estos ataques han sido arrestados y hay una operación en curso para detener a los restantes”, detalla el texto, que señala al general de brigada Asaminew Tsige como supuesto cabecilla de esta asonada.
Entre las víctimas mortales se encuentran el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Seare Mekonnen, así como el teniente general ya retirado Gezai Abera, asesinados anoche por el guardaespaldas de Seare en su residencia de Adís Abeba.
Desde la capital del país, Seare dirigía la operación militar para sofocar este levantamiento.
También murieron por heridas de bala el presidente de Amhara, Ambachew Mekonnen, y su asesor, Ezez Wasie, durante un ataque contra su oficina en Bahir Dar, capital regional, perpetrado por soldados golpistas.
El fiscal general regional, Migbaru Kebede, resultó a su vez herido y, según fuentes oficiales, recibe tratamiento médico.
“Este intento de golpe pretendía desestabilizar nuestro país y no se limita solo a la región de Amhara”, advirtió hoy el portavoz del primer ministro, Nigussu Tilahun, en una rueda de prensa en Adís Abeba, ciudad en la que también se reportaron disparos.
Al poco tiempo de que se hiciera público el inicio de la intentona, el acceso a internet fue restringido en todo el país, situación que hoy todavía persiste, más de 15 horas después de que las fuerzas de seguridad aseguraran haber restaurado la normalidad.
En la capital, donde efectivos de las fuerzas especiales protegen la oficina del primer ministro, reina hoy la calma entre la población y grupos de soldados y policías patrullan las calles, según pudo constatar Efe.
En su web, la Embajada de España en Etiopía señaló que, tras la asonada, “la situación es de calma”, pero recomendó “ejercer la mayor vigilancia y cautela en todo el país”.
El Gobierno etíope remarcó, además, su voluntad de salvaguardar la seguridad nacional e instó a los etíopes a que sean “guardianes de la paz y apoyen todos los esfuerzos para hacer responsables a los individuos sospechosos”. EFE