Una bacteria que vive en la tierra se ha utilizado para desarrollar una vacuna que reduce el estrés en ratones. En el futuro, un medicamento similar inyectado en seres humanos podría protegernos contra el estrés, al igual que las vacunas actuales nos protegen contra la gripe.
Un nuevo estudio, liderado por los profesores Christopher Lowry y David G.Smith, ha descubierto los mecanismos moleculares que permiten esta respuesta amortiguadora, acercándose a un medicamento que podría proteger a los humanos contra el estrés.
El año pasado, estos investigadores de la Universidad de Colorado Boulder, encontraron que la exposición a la bacteria del suelo llamada ‘Mycobacterium vaccae’ hizo que los ratones reaccionaran menos ante situaciones estresantes. De acuerdo con el estudio de 2008, los modelos de ratones también tenían niveles más bajos de proteínas inducidas por el estrés y mostraron menos comportamientos ansiosos cuando se exponían al estrés solo ocho días después de la última inyección .
Según publica la revista ZME Science, el trastorno de estrés postraumático es causado por la exposición a un evento traumático o por experiencias espantosas como una agresión sexual, una guerra o un accidente. Este trastorno es una consecuencia duradera de eventos increíblemente traumáticos que abruman la capacidad de una persona para hacerlo frente.
Ahora, en un nuevo estudio, los investigadores han encontrado los mecanismos moleculares que podrían explicar el efecto observado. En su nueva investigación, el equipo identificó y aisló un lípido en la bacteria, llamado ácido 10 (Z) hexadecenoico, que aparentemente atenúa la respuesta de vuelo o lucha en los mamíferos.
El lípido se une a los receptores dentro de las células inmunes, bloqueando ciertos químicos para que no causen inflamación. En el laboratorio, los investigadores también sintetizaron este lípido. Cuando se usó para recubrir células, los investigadores encontraron que estas células eran resistentes a la estimulación de una respuesta inflamatoria. Entonces, la vacuna ofreció protección contra la inflamación inducida por el estrés y alteró el comportamiento de los animales de manera similar a los antidepresivos.