Los filtros y aplicaciones de fotografías son cada vez más populares. La curiosidad por saber cómo sería tener los ojos de otro color, la barba distinta o un nuevo corte de cabello ha hecho que las personas se interesen por estas herramientas y las descarguen en sus celulares.
Lo que generalmente ignoran son las políticas de privacidad que permitirían utilizar, en un futuro, datos personales e información confidencial de los usuarios para otros fines.
El caso viral más reciente es el de FaceApp. Miles de usuarios han publicado en las redes sociales su nueva foto con 60 o 70 años de edad, entre ellos, los cantantes Daddy Yankee, Nacho, Jonathan Moly, Sixto Rein y el actor Luciano D’Alessandro.
Además, los fanáticos de los deportes, la política y otros ámbitos han utilizado las fotos de sus ídolos para verlos con unos cuantos años más. Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Vladimir Putin y Jennifer Aniston son algunos ejemplos.
FaceApp es una aplicación creada por Wireless Lab, una empresa rusa con sede en San Petersburgo, dirigida por el ingeniero Yaroslav Goncharov. Fotos, videos, análisis de terceros, cookies, ubicación, archivos de registro e identificadores de dispositivos son parte del contenido que obtiene la empresa de los usuarios para el funcionamiento de la app.
Aunque la política de privacidad de la herramienta asegura que no compartirá o venderá la información a terceros, pueden tener acceso al contenido quienes formen parte del grupo de empresas afiliadas y proveedores de servicio.
El problema está en que FaceApp tiene empresas afiliadas en Estados Unidos y otras regiones, aclara la propia aplicación. Pero también advierte que existe la posibilidad de que la aplicación se venda a otra compañía y toda la información se le transfiera. Es decir, todo el contenido de sus usuarios podría llegar a manos de terceros.
«Todo este modelo de negocios está recogiendo cantidades masivas de datos personales sin ninguna idea de cómo podría ser utilizado en el futuro», señaló el comentarista de tecnología Stilgherrian al diario ABC.au.
El responsable de que los cambios en el rostro de los usuarios sean posibles es el reconocimiento facial. Para el abogado Muchael Bradley, de Marque Lawyers, cualquier persona que haya colocado su rostro en línea junto con su nombre y otros datos de identificación queda vulnerable a ser capturado digitalmente para futuros usos de reconocimiento facial, dijo en una entrevista para ABC.au.
Por su parte, Jon Lawrence, de Electronic Frontiers Australia, aseguró que el reconocimiento facial se está convirtiendo en un elemento clave de la identidad digital, por lo que las personas deberían proteger del mismo modo su rostro así como lo hacen con otros datos sensibles.
FaceApp, de acuerdo con el diario El Comercio de Perú, es la aplicación más descargada del momento en cincuenta países.