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martes, noviembre 19, 2024

Plácido Domingo recoge la ovación de Caracalla en su noche más española

Plácido Domingo regresó a las Termas de Caracalla de Roma para convertirlas en un templo de la zarzuela española, recreando pasionales historias de amor y honor que le granjearon la ovación de un público entregado. 

Las ruinas de este impresionante yacimiento arqueológico, donde la Ópera de Roma celebra su temporada de verano al aire libre, acogió su «Noche española», un concierto con el que el cantante madrileño quiso mostrar la vitalidad del género chico.

Era una noche esperada para Domingo, sobre todo porque la última vez que cantó en Caracalla fue en 1990, en aquel mítico concierto que ofreció junto a Josep Carreras y Luciano Pavarotti por la final del Mundial de Fútbol de 1990. Fue el inicio de «Los tres tenores». 

El público que abarrotó la platea, atendió con sorpresa a esas historias de amor ambientas en una España pretérita, de duelos por amor, grácil, a veces chulesca, castiza y, claro, convulsa.

El recital, dirigido por la batuta del alicantino Jordi Bernàcer, comenzó a ritmo de castañuela, con la interpretación de «La boda de Luis Alfonso» por parte de la compañía de baile Antonio Gades, que brilló en esta apacible noche de verano. 

Acto seguido Plácido Domingo hizo acto de presencia, entre los aplausos de los asistentes. Un «Quiero desterrar de tu pecho el temor» anunció la llegada de la célebre romanza «La del soto del Parral», del duo Reveriano Soutullo y Juan Vert.

El tenor no estuvo solo, sino que la soprano puertorriqueña Ana María Martínez se encargó de tomar el relevo con uno de los clásicos más populares, «La del manojo de rosas», que consagró al maestro Pablo Sorozábal.

EFE

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