Cuando el obispo Herbert comenzó a construir una nueva catedral en la ciudad inglesa de Norwich en 1096, era muy improbable que imaginara que alguna vez podría albergar un tobogán en espiral de 15 metros.
Pero eso es exactamente lo que la catedral del este de Inglaterra tendrá durante 10 días este mes, lo que dará a los visitantes una rara oportunidad de ver su techo medieval, además de una experiencia divertida y la posibilidad de pensar de manera diferente sobre el edificio, la vida y Dios, según el impulsor de la idea.
El tobogán en espiral, parte del proyecto “Viéndolo de manera diferente” de la catedral, fue idea del canónigo Andy Bryant, quien dijo que la idea se le ocurrió hace dos años mientras viajaba a la Capilla Sixtina en Roma.
Ser empujado por turistas allí asiosos por ver su famoso techo le hizo preguntarse cómo la gente podría tener una mejor vista de la catedral de su ciudad.
“¿La presencia colorida de un tobogán en espiral podría ayudar a abrir las conversaciones sobre el edificio, ayudar a abrir las conversaciones sobre Dios? Al subir a su cima, el visitante literalmente verá la catedral de manera diferente”, escribió en el sitio web de la catedral.
Por 2 libras (2,42 dólares), los visitantes pueden disfrutar de una vista única del esplendor arquitectónico del edificio antes de deslizarse hacia la nave.
“La diversión viene en la forma de un tobogán en espiral”, dijo Bryant. “Lo serio es crear oportunidades para conversaciones reflexivas en la forma de Dios. Es la catedral haciendo lo que siempre ha hecho, alentar las conversaciones sobre Dios”, agregó.
El tobogán es el último intento de la Iglesia de Inglaterra por atraer a nuevos fieles y sigue la decisión de Rochester -la segunda más antigua del país- de albergar un campo de minigolf en su nave.
Tomado de Panorama