Richard Williams, un animador británico-canadiense ganador del Oscar cuyo conejo en “Who Framed Roger Rabbit” (“Quién engañó a Roger Rabbit”) contribuyó a difuminar los límites entre el mundo animado y la realidad, ha muerto en Inglaterra, informó su hija el sábado. Tenía 86 años
Murió de cáncer en su hogar de Bristol, Inglaterra, pero su hija Natasha Sutton Williams dijo el sábado que “siguió animando y escribiendo hasta el día que murió”.
La carrera de Williams abarcó la “Edad de Oro de la Animación”, que desapareció gradualmente entre los años 50 y 60, así como el surgimiento de la animación asistida por computación en los 90.
Su obra más festejada sigue siendo la de director de animación de “Roger Rabbit”, una película de 1988 que unió el cine en vivo y los dibujos animados de todos los tiempos, un proceso que incluye la laboriosa inserción de personajes animados en cada cuadro y complicados efectos de iluminación. El resultado, una disparatada comedia negra en donde los dibujos animados y los humanos interactúan fluidamente frente a un fondo animado, fue un éxito comercial y crucial que ayudó a revitalizar el cansado departamento de animación de Disney.
El conocido crítico de cine, Robert Ebert, dijo que la película es “un logro de la artesanía”, pero Williams contó una versión más modesta, cuando bromeó ante un público en 2013 que todo lo que se necesitó fue que el director, Robert Zemeckis, dejara suficiente espacio en cada toma para los personajes animados y que los animadores los pegaran en cada marco muy, muy rápido.
“Me paraba en mi puerta de vez en cuando y gritaba, ¡Dibujen más rápido!”, dijo.
Le sobreviven su esposa y colaboradora Imogen Sutton, los dos hijos de ambos y dos hijos de matrimonios anteriores. (Panorama)