El gobierno del presidente Donald Trump eliminó una protección que permitía a inmigrantes permanecer en el país y evitar la deportación mientras ellos o sus familiares recibían tratamiento médico de vida o muerte o enfrentaban otras adversidades, informaron funcionarios de inmigración en cartas enviadas a las familias este mes.
Mariela Sánchez, una hondureña que recientemente solicitó la visa especial, dijo que una negativa sería una sentencia de muerte para su hijo de 16 años, Jonathan, quien sufre de fibrosis quística.
Tan sólo en Boston, la decisión podría afectar a unas 20 familias cuyos hijos padecen cáncer, VIH, parálisis cerebral, distrofia muscular, epilepsia y otras enfermedades graves, dijo Anthony Marino, director de servicios legales de inmigración en el Irish International Immigrant Center, la organización que representa a las familias.
«¿Alguien puede imaginar al gobierno ordenándote que desconectes a tu hijo del soporte vital — que lo saques de una cama de hospital — sabiendo que les costará la vida?» preguntó Marino.
Activistas afirman que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) ha enviado cartas similares a inmigrantes en California, Carolina del Norte y otros estados.
«Esto es lo más bajo», dijo el senador demócrata Ed Markey. «Donald Trump literalmente está deportando a niños con cáncer”.
Una portavoz del USCIS dijo que la medida entró en vigor el 7 de agosto.