Monte por doquier, sin alumbrado y sin ningún tipo de seguridad, así se encuentran los cementerios de Ciudad Bolívar.
El equipo reporteril del diario EL Luchador realizó un recorrido por los diferentes camposantos de la ciudad para constatar esta situación.
El primer lugar visitado fue el cementerio Centurión, el más emblemático de la ciudad por toda su historia, por encontrarse allí los restos de muchos de los próceres bolivarenses y grandes figuras que marcaron la historia de esta ciudad y del país en siglos pasados, además de hallarse grandes monumentos; sin embargo, en vez de servir de atractivo para propios y visitantes, este lugar es el sitio preferido de indigentes y malandros.
El cementerio se encuentra sumergido entre la maleza, decenas de tumbas han sido tapadas completamente por el monte. Muchas personas han dejado de visitar a sus deudos en el Centurión para evitar ser víctimas del hampa o ser mordidos por alguna serpiente.
Roberto Mosquera, quien es vecino del sector y es un constante cuidador en el cementerio comentó que, “este lugar es hermoso, aquí hay mucha historia, existen tumbas con obras muy bonitas. Muchos turistas venían para acá para verlas, pero ya ni los familiares de los difuntos vienen. Le temen a los ladrones y a las mordeduras de serpientes o picadas de cualquier otro bicho que es lo que aquí abunda”.
Luego, nos fuimos hasta los cementerios Metropolitano y Joboliso, en donde el panorama no es nada alentador. La historia se repite: maleza, falta de alumbrado, calles en mal estado y falta de vigilancia, es lo que manifiestan familiares de los difuntos que se encuentran sepultados en los camposantos.
“Aquí se acuerdan de los cementerios solo cuando se acerca el día de los muertos, del resto en todo el año no se realiza mantenimiento a las áreas verdes, ni en ningún lado. Aunque aquí en el Metropolitano están limpiando, pero eso debe ser constante, además deben asfaltar la calle y poner vigilancia”, indicaron algunos visitantes.
“Los delincuentes llegan aquí armados, simulan que están visitando a un familiar y lo que están es casando para robar a quien agarren descuidado, y después se van como si nada hubiera pasado”, agregaron.
Finalmente, acudimos al cementerio de Casanova. Allí aparte de la maleza, la oscuridad en las noches y la inseguridad, los vecinos de la zona indicaron que hay quienes entran para robar restos humanos para ser utilizados en rituales de santería, además de los olores putrefactos que emanan del lugar debido a la insalubridad que existe en ese camposanto desde hace algún tiempo.
Redacción/GB