Con su 1.93 de estatura, Eduardo Santamarina se ha convertido en uno de los actores favoritos de México. Sin embargo, recientes declaraciones sobre su trayectoria por el alcoholismo y los excesos, le han puesto en el ojo público.
Eduardo, que es jarocho y que pasó sus primeros años en el pueblo de Cosamaloapan, Veracruz, y que abandonó la carrera de leyes a la mitad para mudarse a la Ciudad de México y entrar a la escuela de actuación de Televisa, reconoció en una reciente entrevista con Mara Patricia Castañeda, que comenzó a probar el alcohol a los 15 años.
Según contó, encontró en la bebida la fórmula para desinhibirse de su lado más tímido, sin imaginar que repetiría los mismos pasos de su padre, quien fue alcohólico toda su vida.
Se reconoce como un alcohólico activo durante 15 años, hasta que tocó fondo y decidió asistir a una clínica.
“Al principio de la película, la fiesta, las mujeres… es padrísimo. Pero solo vemos el principio. No queremos ver el final, cómo acabamos después de esas películas” narró Eduardo Santamarina a Mara, para referirse a despertarse sin acordarse de nada.
Narra que tocó fondo cuando despertaba en cuartos de hotel solo y con paranoias.
“Es una carrera de pérdidas”, explica. “Tienes que tocar fondo forzosamente para que haya un despertar y digas ‘ya no quiero eso en mi vida’”, además de reconocer que el alcoholismo no solo comenzó a reflejarse en su trabajo, sino también a alejarlo de su familia, además de costarle mucho dinero.
