Uruguay cargó este lunes en la ONU contra las sanciones impuestas a Venezuela y las amenazas de intervención armada en el país, insistiendo en que únicamente el diálogo ofrece una salida a la crisis.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, advirtió de que no se puede tolerar la «intervención extranjera bajo el pretexto de defender la democracia mientras se aterroriza a los pueblos» con la amenaza de una invasión o con sanciones que los sumergen más y más en la pobreza, «como sucede actualmente con Venezuela».
«Solamente el diálogo y el entendimiento entre las partes, permitirá una salida pacifica a la crisis», subrayó Nin Novoa en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Uruguay se ha desmarcado de la postura de una mayoría de países suramericanos en cuanto a Venezuela, criticando la campaña de presión internacional contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
La semana pasada, Montevideo anunció su retirada del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), activado por otros países del continente para sancionar a dirigentes chavistas, y avisó que esos Estados «están abriendo paso a una intervención armada».
Este lunes, Nin Novoa expresó su alarma por «el avance de ideologías extremas que intentan aplicar por la fuerza sus propias recetas a otros países» de América Latina.
Lo hacen, subrayó, «violentando sin pudor la institucionalidad de los organismos regionales y generando situaciones de crisis y violencia como excusa para imponer sus doctrinas por la vía armada» y «expoliar» a los pueblos latinoamericanos.
«Más aún nos preocupa que algunos Gobiernos de la región abracen esas mismas ideologías y procedimientos, de cuya utilización sufrimos aún el amargo recuerdo y no pocas consecuencias», añadió.
De modo más general, el jefe de la diplomacia uruguaya recalcó el compromiso de su país con la arquitectura multilateral y subrayó que el Consejo de Seguridad de la ONU es el único órgano con competencia para aplicar medidas contra Estados, criticando sanciones unilaterales como el embargo de EEUU sobre Cuba.
EFE