El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y el movimiento indígena alcanzaron este domingo un acuerdo para poner fin a las protestas que estallaron hace 12 días, tras la decisión del gobierno de derogar el decreto que eliminaba subsidios a los combustibles.
“Con este acuerdo se terminan las movilizaciones y medidas de hecho en todo el Ecuador y nos comprometemos de manera conjunta a restablecer la paz en el país”, señala el acuerdo leído por Arnaud Peral, representante en Ecuador de la ONU, que medió en la crisis junto a la Iglesia católica.
Jaime Vargas, titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que lideró las manifestaciones, confirmó que “se levanta la medida de hecho en cada uno de nuestros territorios”.
El descontento social se desató el 2 de octubre a raíz de la eliminación de subsidios a combustibles mediante un decreto presidencial.
Las manifestaciones contra esa medida, que generó alzas de hasta 123%, dejan siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos según la Defensoría del Pueblo.
Tras una negociación directa entre Moreno y Vargas, que duró unas cuatro horas en Quito, Peral dijo que se “deja sin efecto el decreto 883” que determinaba la supresión de subsidios , desencadenando aplausos de los delegados aborígenes.
Añadió que una comisión de ambas partes elaborará un nuevo decreto sobre el tema, también con la mediación de la ONU y la Iglesia católica.
“Se ha dejado sin efecto el decreto 883 y eso es para todo el país. ¡Viva el Ecuador! ¡Viva la paz!”, manifestó a su vez Vargas.
Frente a las protestas, el gobierno decretó el estado de excepción el 3 de octubre para que las Fuerzas Armadas intentaran restablecer el orden.
Tras violentos disturbios del sábado en la capital ecuatoriana, Moreno también ordenó el mismo día el toque de queda y la militarización de la convulsionada ciudad.
AFP