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lunes, noviembre 18, 2024

Próximas elecciones presidenciales en argentina trae incertidumbre económica

Hoy finaliza la campaña e inicia la veda electoral en Argentina. En menos de 48 horas se llevarán a cabo los comicios presidenciales, donde Mauricio Macri, Alberto Fernández y otros cuatro candidatos se disputan el poder para el siguiente período. 

Bajo el clima electoral, el país latinoamericano se encuentra sumergido en una crisis económica, política y social, situación que ha desencadenado incertidumbre entre la población.

Con una inflación interanual del 53.5%, junto con la devaluación del peso argentino frente al dólar, una deuda de 57.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), un índice de pobreza del 32%, el desempleo en 10,1%, y la lucha por el poder entre partidos, crece la intranquilidad en el país.  

Candelaria De Elizalde, coordinadora general en un centro de pensamiento de investigación de políticas públicas de Argentina, manifiesta que los problemas económicos que padece ese país son producto de una mala administración.

«El gradualismo de reformas del gobierno fue un fracaso, tal como se lo advirtieron expertos… No escucharon, fueron soberbios, y las consecuencias las estamos viviendo hoy» asegura esta argentina de 38 años.

“A medida que la inflación aumente habrá más pobreza. Un 35% vive bajo la línea de la pobreza, podríamos terminar el año con el 40%, la mayoría son niños”, estima De Elizalde.

Explica que las condiciones necesarias para crear empleos no han sido plasmadas, aumentando así un 25% del gasto público a nivel nacional, y que ocho millones de personas trabajan en el sector privado, y otras 22 millones reciben cheques del Estado a través de planes sociales y otras organizaciones.

«Ningún país se puede mantener si hay ocho millones de personas que sustentan a otros 22 millones», destacó De Elizalde.

De Elizalde enfatiza que uno de los mayores problemas que tiene Argentina es la altísima presión tributaria. Que hay casi 163 impuestos, de los cuales con seis o siete se cubre el 90% del gasto público.

«El resto es para hacerle la vida imposible a cualquier persona que quiera tener un pequeño negocio o emprender», agregó.

Con la finalidad de reducir el padecimiento social, los planes sociales surgen en Argentina en el año 1983, bajo el mandato de Raúl Alfonsín, quien termina su período con el  país sumergido en una crisis hiperinflacionaria.

Seis años más tarde, el expresidente Carlos Menem, promulga el Bono Solidario y el Programa Alimentario Integral y Solidario (PAIS), junto a otros planes. Estos fueron centralizados por el gobierno de Fernando De la Rúa a partir de 1999, que al anunciar su renuncia el 20 de diciembre de 2001 dejó a la vista la crisis y el empobrecimiento del país suramericano.

En el año 2004, Néstor Kirchner, realiza un cambio en los planes sociales e implementa el cobro a través de tarjetas magnéticas con la intención de desalentar la manipulación de los cobros.

“Se vende menos”

Dentro del tormento económico, el Gobierno argentino, para tranquilizar el bolsillo de la población, oficializó el aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil que se daría en tres cuotas entre agosto y octubre del año en curso, pasando de $ 12.500 a $16.875.

Ana Laura Gándara, de 53 años, asegura que con los nuevos aumentos salariales, los que deben pagar nómina, como ella que tiene una perfumería y lavandería, las ganancias no abastecen para cubrir sueldos.

Su negocio se ha visto visiblemente afectado por las pocas ventas, atraso en pagos de cargas sociales y el alquiler.

“Vivo decentemente, pongo ofertas y logro sobrevivir, pero es complicada la situación. Se vende menos” dice Gándara.

Explica que el desempleo ha aumentado debido al cierre de empresas y locales, porque no se puede mantener el sueldo ni las cargas sociales.

«Un empleado de años termina siendo como un socio junto con el AFIP», agregó Gándara.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es una institución encargada de la recaudación de impuestos automáticos en Argentina y dependiente del Ministerio de Hacienda.

Gándara asegura que ha experimentado tres crisis económicas de este grado. «A lo largo de mi vida y que recuerde, he pasado por tres situaciones similares, con el presidente Raúl Alfonsin y el plan Austral, con Néstor Kirchner en el 2001 y con el final de Cristina Fernández de Kirchner», relata esta argentina.

Juventud, la más afectada

Valentina Etulaín, de 21 años, trabaja como asesora en el Congreso de la Nación, asegura que el sueldo es muy bajo y los jóvenes son los que más sufren.

«El desempleo nos ataca principalmente a nosotros… el gobierno fue muy optimista pensando que habría una fuerte lluvia de inversiones en un principio, que nunca pasó», asegura Etualín, también estudiante de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.

«En mi casa hemos tenido que ajustar y achicar gastos como en todas las familias argentinas», agregó.

La joven estudiante explica que el presupuesto nacional sancionado a fin del año pasado para este año destinó 80% al desarrollo social.  «Esa es la razón por la que Macri está terminando su mandato sin fuertes revueltas en la calle, solo manifestaciones de sindicatos y organizaciones sociales» considera Etualín.

Etulaín resalta que la pobreza sí aumentó en su país, pero aun así el gobierno actual presenta estadísticas oficiales de este factor, porque «durante la gestión de los gobiernos populistas de los Kirchner se ocultaban los números o se mentía».

“Sin estadísticas y números, un gobierno no puede planear ninguna política pública. Si no mides la pobreza, ¿cómo la vas a combatir? ”, Manifiesta la joven.

Esta joven también explica que hoy el Gobierno busca incentivar a pequeñas y medianas empresas a producir y generar nuevos puestos de trabajo a través de microcréditos.

“No es como en Venezuela”

Aun así, Argentina ha recibido miles de migrantes venezolanos que huyen de la grave situación que padece Venezuela. No obstante, venezolanos manifiestan que la crisis venezolana no tiene comparación.

Gustavo Ramírez, venezolano de 39 años, vive en Buenos Aires desde hace casi tres años. Explica que con el sueldo mínimo un individuo no puede vivir una vida normal si no es organizado en pareja o grupo.

«La renta y los servicios tienen costos muy altos, el sueldo alcanza para pagar un alquiler en una zona modesta y más nada», expresa Ramírez.

«En caso de no tener el gasto del alquiler, el sueldo alcanza para comida, transporte, y gastos personales», agregó.

Asegura que aunque existan variables económicas que se le pueden cuestionar al gobierno de Macri, no se puede discutir que ha habido un saneamiento institucional con la finalidad de formar un gobierno estable que genere transformaciones profundas y condiciones que sean duraderas.

Scarlet Quintero, también venezolana en Buenos Aires, asegura que con su sueldo hace lo que no puede en su país. «Con mi sueldo compro mercado, pago alquiler, salgo a comer en la calle… no como en Venezuela que no alcanza para nada».

Explica que, según testimonios de personas mayores, “la economía argentina es inestable. Unos años está bien y otros no, pero siempre se recupera”.

Ahora, el país espera con recelo cuál será su porvenir político en los próximos años.

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