El Servicio Autónomo de Controlaría Sanitaria (SACS-Táchira) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), tras un operativo policial realizado en San Cristóbal, detectaron el funcionamiento de un laboratorio de productos farmacéuticos sin los permisos sanitarios ni las condiciones higiénicas establecidas.
Milton Bracamonte, director de Contraloría Sanitaria, explicó que el operativo policial se llevó a cabo en una vivienda de la ciudad de San Cristóbal, donde se verificó la elaboración de productos farmacéuticos (cremas), para el uso humano, sin las condiciones higiénicas establecidas para un laboratorio; además, tampoco cuentan con los debidos permisos sanitarios para laboratorios o fabricantes.
“No contaban con permiso para elaborar acondicionadores para empaques primarios o secundarios de productos farmacéuticos, ni homeopáticos, ni para repelentes de insectos de uso tópico o cosméticos; tampoco están autorizados para almacenar, importar o distribuir productos cosméticos y sus materias primas, como tampoco contaban con la presencia de un farmacéutico”, dijo.
Destacó Bracamonte que los productos de cosméticos que se introduzcan al mercado deben ser elaborados conforme a las Buenas Prácticas de Fabricación de Productos Cosméticos (BPFPC), con base en la información de las sustancias e ingredientes de cosméticos que aseguren la eficacia, seguridad y calidad de los mismos para la comercialización, por lo que debe contar con la Notificación Sanitaria Obligatoria.
“Se está corriendo un riesgo porque en la elaboración se pueden utilizar sustancias nocivas, que no tienen nada que ver con los originales; en algunos casos se ha detectado plomo, mercurio, aluminio, cianuro, arsénico, bacterias, gasolina, pintura e incluso pegamentos, los cuales son detectados al someterlas a los análisis físico-químicos”, agregó.
Añadió que se ha determinado que estos productos tienen hasta 19 veces el límite permitido de plomo, pudiendo acumularse en el cuerpo humano durante varios meses, desencadenando un envenenamiento, pérdida de memoria, dolores articulares, musculares y dolores de cabeza.
“También el mercurio en maquillaje para los ojos, como máscaras de pestañas y lápices delineadores, es altamente tóxico y puede dañar el corazón, los riñones, el sistema inmunológico, los pulmones y el cerebro”, acotó.
Otro elemento nocivo, indicó el contralor, son las bacterias a los que estos productos quedan expuestos al no ser desarrollados en laboratorios con altas normas de higiene y sin las prácticas sanitarias exigidas. Una de las bacterias más comunes encontradas en estos productos es Escherichiacoli.
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