Este día va en sintonía con la cultura que rodea a esta bebida y que está creciendo considerablemente. ¿Por qué este crecimiento? Las razones posibles pueden ser dos: el aumento de la cantidad de personas que optan por una vida más saludable y, por otro lado, por la existencia de variedades y sabores del mundo al alcance de la mano.
Sobre cómo prepararlo, alerta que no es sólo volcar agua en una taza y que lo usual cometer errores en la preparación por desconocimiento de los tiempos de infusión y el grado de temperatura de agua que necesita cada variedad.
El té blanco requiere una temperatura del agua entre 75 y 85° y un tiempo de infusión entre 3 y 5 minutos.
El té verde requiere una temperatura del agua entre 60 y 75° y un tiempo de infusión entre 1 y 2 minutos.
Las infusiones frutales requieren aproximadamente entre 75 y 90° y un tiempo de infusión que no sobrepasa los 5 minutos.
“Se recomienda empezar por los más fuertes y, a medida que pasa el día, ir disfrutando los más suaves”,
Por ejemplo, un buen té negro es preferible tomarlo en el desayuno o a media mañana, pero también está la costumbre de tomarlo en la merienda al estilo afternoon tea inglés, con dulces de pastelería; mientras que los té verdes y los blancos son más aptos para tomar a media tarde o después de cenar. https://www.expogourmetmagazine.com/