La empresa de investigación veterinaria IDEXX Laboratories, que integra a una red mundial de más de 80 laboratorios, desarrolló una prueba que, de forma rápida, detecta en tiempo real el SARS-CoV-2 (COVID-19) en perros y gatos.
Actualmente se encuentra en proceso de validación del nuevo sistema de pruebas veterinarias en relación al COVID-19, para las cuales se han examinado a más de 4.500 perros y gatos que presentaban síntomas de la enfermedad y estaban en zona de riesgo. Todos han dado negativo, lo que confirma que ni padecen ni transmiten el coronavirus.
Los resultados de estas nuevas pruebas son coherentes con el actual conocimiento especializado de que el COVID-19 se transmite principalmente de persona a persona y que respalda la recomendación de no someter a las mascotas a pruebas de detección.
Aunque muchos propietarios de perros y gatos que ahora están confinados con ellos en casa están preocupados por el posible estado de sus mascotas, ya que salen a la calle aunque sean paseos cortos, las autoridades sanitarias y veterinarias insisten en que no es necesario hacerles ningún tipo de prueba sobre el coronavirus.
Por el momento la empresa no comercializa ninguna prueba para el virus del SARS-CoV-2, debido a que, de acuerdo con los expertos, la enfermedad se transmite principalmente entre seres humanos, pero están abiertos a producirla si se considerase necesario someter a las mascotas a la prueba por el temor de sus dueños.
Según indica el laboratorio en un comunicado, “hasta la fecha, todas las muestras analizadas de los más de 4.500 perros y gatos, que podrían estar infectados por presentar síntomas de enfermedad y estar en zonas de riesgo, han resultado negativas, por lo que por el momento no se han detectado contagios en animales de compañía en relación con la cepa SARS-CoV-2. Sin embargo, en el caso de que se detectara un positivo, se informaría directamente al veterinario que lo presenta, y si fuera necesario, IDEXX proporcionaría la información obligatoria sobre el resultado positivo a las autoridades de salud pública aplicables”.
Esta prueba, que se ha desarrollado específicamente para su uso en animales, está cuidadosamente diseñada para evitar la reactividad cruzada con otras cepas de coronavirus específicas de ámbito veterinario que comúnmente infectan a los animales domésticos.
Las pruebas se han realizado en perros y gatos de Estados Unidos y Corea del Sur. Además, el laboratorio ha ampliado la vigilancia a Canadá y Europa, zonas donde se han observado altas tasas de contagio de COVID-19 en seres humanos.
La Razón