Es tradición en la Universidad Tecnológica del Centro que el Rector imparta un seminario a los estudiantes del XIII trimestre que se ha convertido en una suerte de última clase antes de dejar las aulas y prepararse a iniciar sus vidas profesionales. Durante 8 años consecutivos me ha correspondido a mi tan grata responsabilidad y frente a centenares de futuros ingenieros y licenciados he ofrecido experiencias y visiones en procura de contribuir a su mejor formación.
Esta semana lo haré de nuevo pero propio en tiempos de COVID19 será vía telemática como les hablaré de la “Gerencia en la nueva normalidad”. Por vez primera no tendré la oportunidad de compartir de cerca con muchachos y muchachas brillantes, exitosos tras años de rigurosas exigencias, preparados para desempeñarse en cualquier escenario incluidos los previsiblemente muy difíciles, para nosotros retadores, del mañana mediato. Muchos de ellos se irán tan pronto puedan al extranjero, unos a cursar posgrados, otros a probar suerte, pero tanto los que se van como los que se quedan en Venezuela seguro que destacarán como ha sido con sucesivas promociones nuestras.
Enfatizaré que el gerente en la nueva normalidad tiene que ser un “un piloto en la tormenta” que domine su oficio, no dude en decidir, genere confianza, comunique correctamente.
Hablaré de lo obligante de centrarse en lo relevante, abrirse a los cambios, que no teman tomar riesgos y a la par sean promotor de sueños y esperanzas.
Insistiré mucho que nada será como antes, que lo que conocimos antes del inicio de la pandemia es pasado y entonces lo que antes servía ya no servirá, que imperarán nuevos hábitos y conductas y aunque suene duro la sobrevivencia de los más aptos, en el más puro afirmar darwiniano, pasará a ser regla por lo menos en las primeras de cambio.
Si bien soy de los que creo que la crisis es una constante en la historia de la humanidad, advertiré que deberán lidiar con una multiplicidad de crisis, mayores en la medida que el coronavirus no sea derrotado –y para ello la disponibilidad de vacuna que aún luce lejana es indispensable-. Crisis económica, social, política, de salud –a la cabeza más bien- que sumadas pueden llevarnos a siglos atrás.
Citando a Daniel Goleman en su libro “What Makes a Leader: Why Emotional Intelligence Matters” señalaré que de las características más importantes para triunfar en el marco de tantas incertidumbres se tiene, entre tanto: la adaptabilidad, orientación al logro, visión positiva, empatía, conciencia organizacional, manejo de conflictos, trabajo en equipo y la capacidad de liderar inspirando.
Vigente hoy más que ayer, cerraré mi presentación con una frase de Will Smith: “No existe una manera fácil. No importa cuán talentoso seas, tu talento te va a fallar si no lo desarrollas. Si no estudias, si no trabajas duro, si no te dedicas a ser mejor cada día”.
Nunca ha sido fácil pero ahora lo es y lo será menos que nunca y es así para todos sin excepción.
Y que no se me olvide: pasión, que a lo que hagan le pongan pasión, que lo que emprendan lo aborden con entusiasmo, con amor, con mucho amor incluso.
Luis Eduardo Martínez Hidalgo
