El conocido «reveillon» de Río de Janeiro, la tradicional fiesta que despedía el año en la icónica playa de Copacabana con fuegos artificiales y conciertos, cambiará su logística para evitar aglomeraciones y rendirá un homenaje a las víctimas de la pandemia en Brasil, pero manteniendo su majestuosidad.
«La idea es hacer un gran homenaje, hacer un momento de silencio y evitar cualquier tipo de contagio masivo con varias ceremonias, varios espectáculos, diferentes actividades en diferentes partes de la ciudad», indicó este miércoles el alcalde de Río, Marcelo Crivella, en una rueda de prensa.
Así, icónicos sitios de la «cidade maravilhosa», como el Cristo Redentor, las playas de Botafogo, de Barra da Tijuca, el Parque de Flamengo y la Isla del Gobernador, se conviertan en escenarios de la celebración con juegos pirotécnicos y eventos musicales.
La idea es que los más de dos millones de personas que suelen asistir al «reveillón de Río» puedan disfrutarlo pero «evitando grandes multitudes en el transporte y también en el área de la playa».
El alcalde también señaló que para los que prefieran disfrutar de la fiesta desde sus casas, el evento será transmitido por internet.
De acuerdo con el burgomaestre, los organizadores del evento se encuentran en la etapa de preparación de la fiesta -la más famosa de este tipo en Brasil- y ultiman los detalles que próximamente serán presentados al comité científico de la ciudad que tendrá la última palabra.
El año pasado Río batió un nuevo récord con las 2,9 millones de personas que estuvieron en las playas de Copacabana para dar la bienvenida al 2020.
EFE