La nueva solicitud de juicio político contra Bolsonaro está respaldada por una solicitud firmada, además, por otras 600 entidades y personalidades como Chico Buarque, Sueli Carneiro, Vilma Reis, Bianca Santana, Emicida, Dexter, Salgadinho, Happin Hood, Nando Reis, Douglas Belchior, entre otros.
La más reciente lo emplaza por delitos de responsabilidad, debilitamiento de la vida de la población negra en las ciudades y también en las comunidades quilombolas (afrobrasileñas), consideradas tradicionales. Esta solicitud se presentará ante la Corte Penal Internacional de La Haya.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, actuó para reducir la presión por proceso de destitución, según detallaron medios locales.
El funcionario dijo durante los momentos más críticos de la crisis política que tal proceso desviaría el foco de lo más importante, la lucha contra la Covid-19. También mantuvo las órdenes sin ejecutar y, recientemente, aseguró que no existen razones para autorizar al Congreso a iniciar este juicio con las peticiones presentadas.
«No veo ningún tipo de delito atribuido al presidente”, aseguró el funcionario al programa brasileño Roda Viva. Mientras, Bolsonaro formó una alianza con parte del Centrão, liderado por PP, PL, PSD y republicanos, que garantizó más de los 171 votos necesarios para frenar este proceso.
Al respecto, representantes de la oposición han dicho que en este momento el clima político no es propicio para lograr la destitución del presidente. Tanto por las acciones del mandatario como de otros actores políticos, no están las condiciones necesarias para iniciar el juicio político, a pesar del más de medio centenar de denuncias en su contra.
Reuters