Durante el gobierno anterior del presidente Tabaré Vázquez, que sintonizaba políticamente con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se impulsó un acuerdo, en julio del año 2015, para la venta de 265 toneladas de alimentos uruguayos al país caribeño por un valor de 300 millones de dólares.
Ante eso varias empresas y cooperativas privadas de Uruguay intentaron hacer negocios que luego por los problemas económicos en los que entró Venezuela se complicaron y algunas hasta hoy no pudieron cobrar.
Es el caso de la cooperativa de trabajadores Funsa, que fabricaba neumáticos y guantes de goma, que reclama el pago de casi 4 millones de dólares y de la cooperativa Conaprole, la empresa láctea más grande del país que aún espera cobrarle a Venezuela más de 30 millones de dólares.
El estatal Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) a través de su presidente, Martín Fernández, inició gestiones ante la cancillería para intentar cobrar la deuda que Venezuela mantiene con las empresas uruguayas.
“Las expectativas son realistas, yo no diría que son bajas ni que son altas, hay que ser realista y estamos en una situación difícil”, dijo Fernández.
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo, recordó que esa deuda que se reclama involucra a empresas privadas. De todas formas el gobierno uruguayo, que con la nueva administración del presidente Luis Lacalle Pou se distanció políticamente de Venezuela, intentará la vía de la negociación para encontrar una solución.
VOA/Sumarium