Los ministros de finanzas del G-7 apoyaron el viernes la extensión de la congelación temporal de pagos de la deuda a países del G-20 y reconocieron la necesidad de un amplio alivio de deuda en el futuro, al tiempo que apuntaron a China, un miembro del G-20, por la falta de transparencia en sus créditos.
La Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G-20 (DSSI), aprobada en abril, tiene como objetivo ayudar a los países en desarrollo a superar las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Hasta ahora, ha ayudado a 43 países a aplazar 5.000 millones de dólares de pagos de deuda oficial.
Sin embargo, en una declaración conjunta, los ministros del G-7 dijeron que “lamentaban profundamente” las medidas adoptadas por algunos países para evitar la plena participación en la DSSI al clasificar sus instituciones estatales como prestamistas comerciales.
Si bien la declaración no mencionaba específicamente a China, funcionarios del G-7 dijeron que el mensaje estaba claramente dirigido a Pekín, que no ha incluido los préstamos del Banco de Desarrollo de China, de propiedad estatal, y otras entidades controladas por el gobierno en sus totales de deuda oficial cuando se trata de países que buscan alivio.
“La participación de China en el DSSI es totalmente insuficiente”, dijo a periodistas el ministro de Finanzas japonés, Taro Aso, después de una teleconferencia del G-7.
Las restricciones promulgadas para combatir la pandemia del coronavirus, que ha infectado a casi 32 millones de personas en todo el mundo, han golpeado con especial dureza a los países pobres y amenazan con empujar a más de 100 millones de personas a la extrema pobreza.
La pandemia obligará a muchos países que ya se enfrentaban a niveles de deuda aplastantes antes de la crisis a reestructurar sus préstamos o a hacer frente a la morosidad.
Los ministros del G-7 reconocieron que algunos países necesitarán un mayor alivio más allá de la actual congelación de los pagos de la deuda bilateral oficial, e pidieron al Grupo de las 20 principales economías y a los acreedores del Club de París acordar condiciones comunes para reestructurar esas deudas en una reunión de ministros de Finanzas del G-20 el 14 de octubre.
Reuters