El líder norcoreano Kim Jong Un observaba el acto desde una tribuna y más tarde dijo que el país seguiría reforzando su sistema de defensa. Un experto de la Federación de Científicos Estadounidenses aseguró que se trata del mayor misil de combustible líquido que se haya visto hasta ahora.
Sentado, desde una tribuna, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, miró este sábado un desfile en el que el país presentó un gigantesco misil balístico intercontinental. Más tarde, se regodeó en un discurso en el que dijo que Corea del Norte está libre de coronavirus.
Cada misil balístico intercontinental (ICBM) —el más grande del mundo en este tipo según los analistas— fue transportado por un vehículo de 11 ejes de largo por la plaza Kim Il Sung, donde Kim Jong Un observaba el desfile desde una tribuna, según las imágenes retransmitidas por la cadena pública KCTV.
El experto de la Federación de Científicos Estadounidenses, Ankit Panda, aseguró en Twitter que se trata del «mayor misil móvil de combustible líquido visto hasta ahora». Lo comparó con el Hwasong-15, considerado el modelo más poderoso del programa de misiles de Corea del Norte y con capacidad de llegar a cualquier parte de Estados Unidos si fuera lanzado.
Los analistas creen que ese país ha estado desarrollando un misil capaz de alcanzar a Estados Unidos y evadir sus sistemas de defensa. Este sábado, además del ICBM fue presentado el Pukguksong-4a, otro misil pero submarino.
Vestido de gris, Kim Jong Un declaró a la multitud que el país continuará «reforzando nuestro ejército, con fines de autodefensa y disuasión (…) Si no tienes fuerza, tendrás de enjuagar las lágrimas y la sangre que fluyen con los puños cerrados», dijo en un acto que era parte de la celebración del 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores y su estancia en el poder.
Leif-Eric Easley, profesor en la Universidad Ewha de Seúl, advirtió a la AFP que no está claro si todo el equipamiento mostrado en el desfile «funciona realmente». Añadió: «A pesar de las políticas engañosas, las armas mostradas en los desfiles de Pyongyang nos recuerdan que Corea del Norte no será ignorada».
Y además de hablar del poderío militar, Kim Jong Un dijo que estaba agradecido porque en Corea del Norte «ni una sola persona» se ha contagiado con el coronavirus. A pesar de eso, Harry Kazianis, analista del Centro para los Intereses Nacionales, dijo que ninguno de los asistentes en el acto usaba tapabocas o mantenía la distancia social.
Corea del Norte efectuó trece pruebas de armas en todo 2019, año que quedó marcado por la fracasada cumbre de Hanoi entre el presidente Donald Trump y el líder Kim Jong Un, en la que Washington consideró insuficiente la oferta de desarme de Pyonyang y se negó a levantar las sanciones al régimen norcoreano. Desde entonces las conversaciones sobre desnuclearización entre ambas partes han permanecido estancadas.
El país controlado desde su nacimiento en 1953 por un régimen comunista de carácter hereditario está sometido a sanciones por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos, Corea el Sur y otros organismos multilaterales.