Quienes celebran esta festividad anglosajona cada 31 de octubre, este año lo harán desde casa y por las redes sociales.
La pandemia por COVID-19 sorprendió a todos en el mundo cambiando los estilos de vida radicalmente. En países como Venezuela, en donde su gente se caracteriza por ser sociable y buscar cualquier motivo para reunirse y celebrar, la cuarentena obligó a que ahora los cumpleaños y demás celebraciones se realicen a través de reuniones virtuales, pues, atrás quedó irse de rumba a festejar en la disco.
Este 31 de octubre la acostumbrada fiesta de Halloween también será desde casa. En Ciudad Bolívar, a pesar de ser un lugar en donde muchos no festejan este día, para otros siempre ha sido el motivo perfecto para rumbear, y más si el 31 toca para un fin de semana.“Este año también extrañaremos la fiesta de Halloween.
«Aquí siempre nos reuníamos un grupo grande de rumberos y nos íbamos a discotequear hasta el día siguiente celebrando, nos disfrazábamos y la pasamos genial. Este fin de semana veremos qué se nos ocurre desde casa”, afirmó la joven Natalí Salazar.
Hay quienes dicen añorarán participar en los concursos de disfraces y sobretodo reunirse con los amigos para pasarla bien. “Con el COVID-19 ya nada es igual. Particularmente, extrañaré disfrazarme y ganar los concursos. El año pasado lo hice con un disfraz de Jocker, fue una fiesta inolvidable. También extrañaré a los panas, siempre que nos reunimos quemamos el mundo”, expresó Luis Rivas, entre risas.
Para otros la prevención es lo más importante, aunque afirman sentirse ansiosos de poder salir nuevamente a hacer vida social sin temor a nada. “A la hora de rumbear en Venezuela nadie ve situación económica ni nada porque todo tiene solución, sin embargo, esto de la pandemia es diferente porque es poner en riesgo tu vida, la de tus amigos y la de tu familia. Es mejor esperar, nos inventaremos una fiesta virtual porque hay que cuidarse y sé que pronto va a llegar el día en que podamos salir a festejar la rumba de la salud porque ya el COVID-19 no existirá”, comentó Gabriela Espinoza.
La conciencia de los jóvenes bolivarenses, las ganas de vivir y la cultura preventiva de la mayoría es un punto a favor para los locales, pues, a pesar de todas las restricciones para evitar la propagación del COVID-19 ellos han entendido que, “una rumba puede esperar, la vida no”.
Redacción: Gledis Bonilla