Joseph Robinette Biden, Jr. es el nuevo Presidente de los Estados Unidos. Kamala Devi Harris es la Vicepresidente.
A pesar de las muchas pataletas de Trump y de los desvaríos de sus fanáticos criollos, el 20 de Enero de 2021 Biden y Harris serán juramentados en la rotonda del Capitolio en Washington dando inicio a una nueva era.
Una nueva era en los Estados Unidos pero primera potencia que aún es –los chinos le pisan los talones- será también a que dudar una nueva era para el mundo.
Comienza un tiempo de recomposición del tejido social en Norteamérica, el fin de la
demonización en palabras del 46 Presidente, así como del restablecimiento de relaciones de cooperación con los aliados y de respeto con quienes comulgan distinto.
En lo interno será de lucha contra el COVID19, la discriminación racial, la violencia policial, relanzar la economía y potenciar el empleo, viabilizar la inmigración, fortalecer el sistema de salud, pero lo más importante de “sanar a los Estados Unidos y restaurar el alma de la nación”.
En lo externo de privilegiar la democracia y el dialogo, regresar al Acuerdo de Paris y a la OMS para combatir en conjunto con el resto de las naciones la degradación del ambiente y la preservación de la vida Ganan Biden y Harris con la mayor votación jamás alcanzada por candidatos estadounidenses, con casi 5 millones de votos populares de ventaja sobre el dueto derrotado y suficientes compromisarios, con el mismo sistema electoral que permitió a quien hoy vocifera enloquecido convertirse en Jefe de Estado en el 2016 sin contar con mayoría ciudadana.
Si bien Latinoamérica no es la primera prioridad de la nueva administración, como no lo ha sido de ninguna en dos siglos, es de esperar atención con moderación y cautela hacia el subcontinente visto el desempeño de Biden como Vicepresidente de Obama y antes en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado. Venezuela seguramente seguirá en la bitácora pero es de ingenuos proclamar, como muchos lo hacen ahora, que por bipartidista la política la estrategia y las acciones seguirán siendo las mismas. No nos equivoquemos, vienen cambios y estos deberían ser aprovechados por los distintos factores involucrados en el conflicto venezolano para de una vez por todas encontrar soluciones que permitan a millones dejar atrás
el estado de cosas que padecemos.
¿Que Biden ordenará a la cuarta flota invadir a Venezuela?, sáquense eso de la cabeza porque no lo hará como no lo hizo Trump a pesar del “todas la opciones están sobre la mesa” que enloqueció a algunos y ocasionó errores monumentales de cierta dirigencia opositora; ¿Que la Casa Blanca ignorará lo que aquí sucede?, tampoco así. Lo obvio, aunque no guste en especial a quienes llaman a la guerra desde la comodidad de sus casas, es la procura, en un marco multilateral, del regreso a la mesa de negociaciones con un alivio de las sanciones como gesto
de buena voluntad esperando reciprocidad del gobierno venezolano que pudiera llegar fortalecido dependiendo de lo que suceda en tres fechas próximas que son relevantes para el futuro del país: el 6 y 12 de diciembre y el 5 de Enero próximo pero de esos días –y su trascendencia – escribiremos después.
Un aparte importante: Biden es el Presidente pero una mujer, afroamericana, hija de inmigrantes, es la Vicepresidente, la primera en la historia en asumir tal responsabilidad y referente ahora obligante de las mujeres del mundo. A Kamala Harris, no hay que perderla de vista porque a esta fecha del 2024 pudiéramos estar hablando de cómo se convirtió en la 47ma. Presidente de los Estados Unidos.
Por Luis Eduardo Martínez
@luisemartinezh