Los niños contagiados con malaria no siempre desarrollan síntomas de la enfermedad, pero algunos de los aparentemente sanos pueden convertirse en ‘superpropagadores’ de esta infección. Este grupo es capaz de transmitir el parásito causante a una multitud de mosquitos locales, revela un artículo publicado en LiveScience este jueves.
Normalmente las personas asintomáticas no reciben tratamiento alguno y esta es una causa de muchos contagios, aunque la enfermedad no se transmite entre dos individuos directamente. El parásito protista ‘Plasmodium’ pasa del mosquito al ser humano a través de la picadura, pero en muchas ocasiones regresa al insecto por la misma vía.
Un estudio llevado a cabo en Uganda se enfocó en este alarmante mecanismo de transmisión y descubrió que los niños asintomáticos de entre 5 y 15 años son hasta la principal fuente de infección de los mosquitos locales. Durante una serie de experimentos los científicos alimentaron a los mosquitos con muestras de sangre de 107 personas infectadas y más del 60 % de los contagios de los insectos se debían a solo cuatro niños asintomáticos.
De este puñado de superpropagadores, dos estaban en edad escolar, mientras que los otros dos tenían 3 y 4 años. Todos llevaban una «vida normal, viviendo de alguna manera con todos estos parásitos», afirmó en declaraciones al medio Chiara Andolina, posgraduada experta en malaria de la Universidad de Radboud (Países Bajos).
Según sus datos, la malaria está bien controlada en la región que estudió su equipo, pero si los esfuerzos de control fallan o cesan en algún momento, estos niños podrían impulsar un resurgimiento de la infección.
Para pasar de una persona a un mosquito, los parásitos de la malaria primero deben madurar y luego convertirse en células especializadas en transmisión: gametocitos. Cuando los insectos los ingieren al chupar la sangre infectada, los gametocitos se dividen en células sexuales, se fertilizan y se multiplican. Con este mecanismo en la mente, el equipo comparó la densidad de gametocitos en las muestras de sangre, ya que el número podría indicar cuán infecciosa podría ser cada muestra para los mosquitos.
Mayoritaria transmisión de asintomáticos
Los científicos no contagiaban deliberadamente a nuevas personas en sus experimentos, sino que utilizaron un recipiente donde los insectos podían acceder a la sangre a través de una membrana que imitaba la piel humana. La elección de la muestra dependía de cada mosquito. Posteriormente todos fueron diseccionados para ver cuántos se habían infectado.
La gran mayoría de los casos de contagio se atribuyó a la sangre de individuos asintomáticos, mientras que solo el 0,6 % del total de mosquitos infectados recibieron su bacilo de personas con síntomas (de los 107 participantes en el estudio, 38 eran infectados sintomáticos).
Los investigadores han reunido sus propuestas para enfocarse en este problema de contagio escondido en un artículo prepublicado este noviembre. La solución clave sería, en su opinión, extender la medicación antivírica a las personas asintomáticas.
RTNoticias.com