La caótica despedida popular a Diego Armando Maradona, que incluyó el pasado jueves violentos incidentes en Buenos Aires, sigue suscitando polémica entre el gobierno de Argentina y el Ejecutivo capitalino.
El gobierno del presidente Alberto Fernández, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, denunció ante la Justicia al alcalde capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, y al vicealcalde y ministro de Seguridad comunal, Diego Santilli, por la represión por parte de la Policía de Buenos Aires en los alrededores de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, donde el jueves velaron los restos de Maradona.
“Fue muy doloroso ver cómo los simpatizantes de Maradona, quienes venían pacíficamente a despedirlo, terminan siendo reprimidos”, dijo este sábado el jefe de Gabinete argentino, Santiago Cafiero, en declaraciones radiales.
Los incidentes se desataron a siete cuadras de la Casa Rosada, cuando la Policía detuvo la fila de las miles de personas que aspiraban a dar su último adiós a Maradona.