Los refrigeradores permiten mantener constante una temperatura que les resulte confortable para el sueño prolongado que requieren en condiciones invernales
Los jerbos que viven en el Zoológico de Moscú han adquirido para estas fechas suficiente peso y, como es común en esa especie, se han quedado dormidos para pasar así el invierno. Durante ese tiempo, estos pequeños roedores oriundos del norte de África y de Asia, alojados ahora en cajas de madera, permanecerán a temperatura estable dentro de un refrigerador, informó la cuenta oficial del parque al publicar un video en Instagram.
«Lo que para nosotros parece aterrador, es completamente normal para un jerbo. El refrigerador mantiene una temperatura para ellos agradable, de entre 2 y 4 grados Cº, y la caja está recubierta internamente con gomaespuma para que nada moleste al animal».
Previamente, durante la segunda mitad del verano y principios del otoño, la mayor parte del menú diario de los jerbos está compuesta por alimentos altamente nutritivos, como en particular una mezcla de granos con predominio de semillas de girasol. Así, para el arranque de la hibernación han cobrado ya suficiente masa corporal como para dormir durante unos cuatro meses sin ningún daño para su organismo.
Cada semana, los zoólogos verifican que los jerbos estén bien. Los pesan, y si resulta que han bajado demasiado peso, los despiertan para brindarles alimentación adicional. El peso de los jerbos grandes es de unos 400 gramos al comienzo de la hibernación. Durante el invierno pueden perder una cuarta parte de esa masa.
En el período de sueño prolongado, la temperatura corporal del jerbo desciende de 38 a 4 grados centígrados, y la frecuencia cardíaca disminuye de 300 latidos por minuto a unos 5 o 6. En esas circunstancias es imposible mantenerlos en una habitación cálida durante mucho tiempo. Por lo tanto, después de las manipulaciones necesarias, los trabajadores del Zoológico vuelven a colocarlos en sus ‘casas invernales’, en las que vuelven a las neveras.
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