Semanas antes, el hombre había estado buscando tratamiento contra las adicciones y los problemas de manejo de la ira
Joseph William McDonald, un joven australiano de 23 años adicto a los videojuegos, se enfrentó a un juicio en la Corte Suprema de Victoria tras haberse declarado culpable de asesinar a su bebé recién nacido.
Cuando McDonald, que se encontraba en el salón de su casa jugando PlayStation, se sintió frustrado y atacó a Lucas, su bebé de solo dos meses, provocándole una lesión en la cabeza.
Samantha Duckmanton, la madre de Lucas, se encontraba en ese momento en la cocina y escuchó el llanto del niño, pero McDonald puso excusas y le dio a entender que todo estaba bien.
No obstante, Lucas empezó a mostrar un comportamiento extraño y se rehusaba a tomar leche, por lo que Duckmanton lo llevó al hospital. Allí, los exámenes médicos revelaron que el bebé tenía un sangrado cerebral y, pocos días más tarde, fue declarado muerto a causa de la lesión.
El personal médico informó a Duckmanton que las heridas de Lucas no parecían fruto de un accidente, así que la mujer confrontó a su pareja y esta reveló que había «presionado la cabeza del bebé con demasiada fuerza».
McDonald huyó del hospital, pero luego se entregó a la Policía por voluntad propia.
En el reciente juicio contra McDonald, el fiscal de Policía Mark Gibson dijo a la corte que la evidencia médica sugería que las lesiones del bebé eran consistentes con traumatismos bruscos, algo que solo podía haber pasado porque MacDonald lo hubiera golpeado directamente en la cabeza o hubiera forzado su cabeza a golpear un objeto.
También se reveló que, semanas antes de que ocurriera el trágico incidente, MacDonald había estado navegando Internet en busca de tratamiento contra las adicciones y los problemas de manejo de la ira.
Por su parte, en una declaración leída en el tribunal, la madre de Lucas manifestó que su pareja había destrozado completamente su confianza y que la había traicionado.
McDonald será sentenciado en las próximas semanas.
RT