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jueves, noviembre 28, 2024

¿Podría Disney estar a punto de cometer el mayor error de su historia?

Disney decidió sacar el máximo provecho a Star Wars y durante su evento Company Investor day 2020, anunció diez series para mediano plazo que ampliarán y profundizarán en el Universo de la saga. La noticia emocionó y preocupó a los fanáticos a la vez. ¿Llegó el estudio al punto máximo de saturación de la franquicia?

A finales del 2019, las cosas no podían ir peor para la franquicia Star Wars. Rise of The Swkywalker de J.J Abrams había sido un éxito de taquilla, pero también un fracaso de crítica. Además, estuvo precedido de una polémica en torno a The Last Jedi de Rian Johnson. Una cinta que en el 2017 provocó un cisma sin precedentes entre los devotos seguidores de Star Wars.

Como si eso no fuera suficiente, Solo: A Star Wars Story de Ron Howard, había resultado un decepcionante ejercicio de nostalgia que terminó por sepultar las posibilidades de una película en solitario de Obi Wan Kenobi —con Ewan McGregor al frente del elenco—. La saga, que había sobrevivido a décadas enteras de cambios generacionales, parecía ahora dar muestras de fatiga justo por un fenómeno impensable: el agotamiento.

Star Wars como eje central de Disney Plus

No sólo se trataba del hecho de que Disney había dado luz verde a casi cinco proyectos en menos de una década, sino que además sólo Rogue One: una historia de Star Wars de Gareth Edwards del 2016. Esta había logrado lo que parecía ser la intención inicial del estudio al comprar la mitología moderna más famosa.

La película había recuperado el ritmo y en especial, la forma de contar las historias de George Lucas. Llevó la pantalla una épica de corte adulto. Sorprendió por su efectividad y conmovedor sentido del poder, la lealtad y el peso de la mitología Star Wars en su historia.

No obstante, ni la trilogía que dio inicio J.J Abrams en el 2015 con Star Wars: Episodio VII — El despertar de la Fuerza, ni tampoco ninguno de los nuevos personajes añadidos al canon, tuvieron la acogida o la popularidad esperada.

De hecho, la principal característica del nuevo período Disney, pareció signada por la polémica. La figura de la jovencísima Rey (Daisy Ridley) convertida en emblema de una nueva generación sin mayor profundidad ni mucho menos peso. Y las disputas sobre los cambios en el canon: todas las decisiones en torno al argumento tuvieron un tinte confuso; algo que desconcertó al fandom de la franquicia y al mundo del cine.

La nueva Star Wars sin la acogida del pasado

De hecho, cada parte del nuevo universo parecía una adición torpe en medio de un experimento que terminó por no funcionar ni en forma o fondo. El humor innecesario añadido al guion, la falta de coherencia y el interés de tanto Abrams como Johnson de utilizar a los personajes centrales como una forma de nostalgia expeditiva. Elementos que convirtieron a la llamada “nueva trilogía” en un fracaso narrativo de proporciones preocupantes.

Para cuando Star Wars: Episodio VIII — Los últimos Jedi del 2017 se estrenó, era evidente que la historia no estaba planeada a futuro. Tampoco tenía ningún esquema concreto de continuidad o de estructura general. Johnson experimentó a un límite por completo nuevo con el universo de la saga. Además lo hizo explorando opciones que, hasta entonces, parecían impensables dentro de la franquicia y su forma de analizar su propia tensión interna.

Para bien o para mal, Johnson demostró lo que Abrams había mostrado a medias en el 2015. Star Wars como concepto, dependía de un equilibrio cuidadoso: la visión contemporánea de su historia y el respeto a los puntos específicos que la definen como historia individual. En un riesgo poco calculado, Johnson elaboró el sentido de La Fuerza, desacralizó a los personajes principales, e incluso tuvo la osada iniciativa de reinterpretar la mirada sobre el bien y el mal de la saga.

La vieja mitología en cuestión

El resultado fue una polémica que segmentó las opiniones de fanáticos y crítica. Que llevó a un incómodo terreno de discusión las bases de la mitología y demostró que, la franquicia, comenzaba a dar muestras de cansancio. O al menos, la necesidad de una revisión que fuera menos que un homenaje y sí algo más cercano a una reinvención.

Para el estreno de Rise of the Skywalker, la expectativa llegó a niveles alarmantes. Y la decepción después de su estreno, también. La película resultó una aventura trepidante y frenética superficial, que trató de enlazar las historias originales con las más recientes. Una deficiente pirueta de guion que desgastó el músculo de una historia basada en su capacidad para atraer a los viejos fanáticos y captar a los nuevos.

Pero el recorrido de Rey por los laberintos de La Fuerza, el descubrimiento de su sorprendente origen y al final, el renacimiento del personaje como un improbable último eslabón de la icónica familia Skywalker, resultó un ejercicio narrativo forzado. En el peor de los casos, un experimento sin mayor sentido que desvirtuó todos los intentos de la trilogía por sostenerse por sus propios medios.

Al final, Star Wars despidió su más reciente encarnación con una mezcla agridulce de pretensiones. Algo que llevó al público y a los medios especializados a hacerse unas cuentas preguntas sobre el futuro inmediato de la franquicia.

Fue entonces cuando la productora Kathleen Kennedy salió al paso del malestar general. Aseguró que el estudio se planteaba la posibilidad “de tomarse un tiempo” para pensar hacía dónde se dirigía la saga. En lo que parecía ser una admisión de culpa, analizaba el hecho concreto que los resultados alrededor de Star Wars no habían sido los esperados. De hecho, varios de los proyectos habían sido experimentos fallidos de los que el estudio necesitaba aprender algunas lecciones.

Hubo cancelaciones como la de la trilogía que estaría a cargo de David Benioff y D. B. Weiss. Y la promesa de una mayor cautela al momento de analizar la franquicia. Por el momento, Star Wars parecía a punto de pasar a un honroso retiro.

Hasta que Disney Plus estrenó la primera serie live action de la franquicia: The Mandalorian y todo cambió de inmediato.

Un guerrero sin rostro que venció todos los obstáculos

El éxito sin precedentes de la serie The Mandalorian ha sido el responsable que los cautos planes de Disney sobre el futuro de Star Wars quedaran no sólo descartados. El estudio tomó la arriesgada decisión de explotar el universo alrededor de la serie a profundidad.

Se trata de un paso sorpresivo pero no del todo imprevisible, a la vista de los resultados del la serie. Esta semana varios medios anunciaban que la historia del Mandaloriano era el contenido más visto. Y no sólo de Disney Plus sino también de cualquier otra plataforma.

Desde su estreno en 2019, The Mandalorian atrajo a una audiencia masiva y ha generado entusiasmo, especulación y adoració. Todo gracias en gran parte a la poderosa dinámica entre el Mandaloriano Din Djarin (Pablo Pascal) y su pequeño pupilo. Lucasfilm ahora espera capturar un público igualmente devoto para su próxima lista de programas de televisión originales de Star Wars. Algunos de los cuales se revelaron durante la larga presentación de esta semana.

Pero no sólo se trata de la popularidad de la serie, sino que la historia logró sostener el lenguaje y la forma en que se comprende la Saga a un nivel adulto y sobrio. Esta es la razón principal los anuncios que llenaron el evento Company Investor Day 2020.

The Mandalorian, con el director y guionista Jon Favreau a la cabeza y David Filoni como productor, ha logrado un producto de altísima factura. Además consiguió lo que parecía imposible: llevar a las historias de Star Wars a un nivel de reconocimiento unánime. Algo que incluso le valió un puñado de nominaciones al Emmy, además de alcanzar en simultáneo varios premios. De ser un producto experimental de la plataforma online del estudio, el programa se convirtió en el símbolo del futuro de Star Wars como producto.

De modo que el anuncio que se realizó durante la presentación del Company Investor day 2020, es una consecuencia del éxito de The Mandalorian. Y en especial, de lo que parece ser la convicción de Disney por explorar la franquicia Star Wars desde un nuevo punto de vista.

Hay dos series derivadas de Mandalorian en proceso. Contenidos que se establecerán al mismo tiempo que la serie existente y se cruzarán entre sí. Los Rangers of the New Republic presumiblemente seguirán a los antiguos rebeldes, ahora encargados de asegurar el control del nuevo gobierno tras la caída del Imperio Galáctico.

Mando y Ahsoka al rescate de la franquicia

El segundo spin-off es Ahsoka, que explorará lo ocurrido con la protagonista de Star Wars: The Clone Wars, Ahsoka Tano (Rosario Dawson). Y probablemente profundice en la mitología de la serie animada, algo quedó claro cuando la Jedi mencionó de manera explícita al Gran Almirante Thrawn.

También hubo anuncios sobre la serie de Obi-Wan Kenobi, en la que Ewan McGregor interpretará una vez más al sabio Jedi. Esta también incluirá Hayden Christensen como Darth Vader. El actor interpretó a Anakin Skywalker en la trilogía de la precuela de Star Wars. Y aunque las películas en sí mismas son generalmente muy poco apreciadas, la dupla parece destinada a crear una conexión directa con un universo anterior a la de la llamada nueva trilogía.

El viejo amigo de Han Solo, Lando Calrissian, también tendrá su propio programa de televisión de Star Wars en Disney Plus. Aún no se ha elegido a nadie para el papel principal, pero el director de Dear White People, Justin Simien, está liderando el desarrollo de la serie. En el lado más oscuro de la galaxia está Star Wars: Acolyte, del creador de Russian Doll Leslye Headland. Se describe como “un thriller de misterio que llevará a los espectadores a una galaxia de secretos oscuros y poderes emergentes en los últimos días de la era de la Alta República”.

Viejos conocidos como nuevos protagonistas de Star Wars

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, también se incluyó el anuncio para el próximo spin-off animado de Clone Wars, Star Wars: The Bad Batch, ya se había anunciado a principios de este año. Otros programas de televisión animados de Star Wars anunciados fueron Star Wars: A Droid Story, que se centrará en los icónicos droides R2-D2 y C-3PO, y una serie de diez episodios de cortometrajes de anime titulada Star Wars: Visions.

La presentación también incluyó un primer vistazo entre bastidores a la producción inicial de la serie de acción en vivo de Rogue One, Andor, que protagonizará a Diego Luna en el papel del espía rebelde Cassian Andor. En total, serán diez series que llegarán a la pantalla antes de tres años.

No obstante, la gran pregunta es obvia: ¿podrá soportar la franquicia un tipo de explotación semejante? Ya la historia general daba síntomas de fatiga durante su debatido paso por el cine durante el último lustro. Yeñ hecho que gran parte de la trama tuviera que depender de la trilogía original de los años ’70, fue uno de los grandes problemas.

¿Aguantará Star Wars tal saturación?

¿Puede ser esta sobre saturación de relatos añadidos y que en realidad, son sólo variaciones de un tema único, el punto de ruptura con lo que parece ser una relación privilegiada entre fanáticos y una franquicia que perdura a través del tiempo?

¿Necesita Star Wars toda esta nueva colección de historias que en realidad no se basan en su interesante y amplio canon expandido, sino en los momentos más recordados de sus personajes recientes en pantalla? ¿Está a punto Disney de sepultar a la saga más famosa de la historia en un fenómeno de agotamiento argumental del que con toda seguridad le sea complicado remontar?

El fenómeno de The Mandalorian sigue siendo apreciable y de interés, pero eso no significa que toda una pléyade de nuevos personajes puedan conquistar a una generación que ya tuvo su primer desencuentro con la historia.

Con toda probabilidad, no tenemos respuestas claras al tema pronto. Pero la preocupación de los fanáticos sobre el tema — ya hay algunas voces haciéndose preguntas acerca del particular — podría ser más que justificada. Habrá que esperar para saber que tan efectiva es la nueva estrategia de Disney. O no.

Hipertextual

Jesús David Oca
Jesús David Oca
Periodista, técnico en producción de medios, redactor y blogger venezolano. Amante de la literatura, música, curiosidades y la cultura.
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